Gràcies, Joan
Será una de las conversaciones estrella en Nochebuena y Navidad: el derbi del 3 de enero, el retorno de Joan García, los 26,4 millones del Barcelona que han aupado al Espanyol.
Cierra el Espanyol 2025 quinto, con diez victorias (cinco consecutivas, cuatro a domicilio) en 17 jornadas, a dos puntos de la zona Champions, 18 sobre un descenso que la temporada pasada evitó a falta de 20 minutos del último partido. Y el foco se sitúa inevitablemente en el próximo 3 de enero. ¿Por cuántas cenas familiares de Nochebuena, almuerzos de Navidad, sobrevolará la misma conversación? El derbi ante el Barcelona puede ser histórico. Puede ser el primero que los pericos ganan en Cornellà en Liga. El sexto triunfo consecutivo. El camino hacia la mejor primera vuelta de todos los tiempos. El éxtasis de una grada al fin feliz. Así que conviene afrontarlo como la ocasión se merece.
Si hubo un movimiento que aseguró el cambio de propiedad, de Chen a Alan Pace, al haber dejado el club completamente saneado, que propició el primer ejercicio sin pérdidas desde 2020, y que facilitó los fichajes de Roberto Fernández o Urko, ese fue el pago de la cláusula de Joan García por parte de sus agentes, o sea, por parte del Barcelona. Sin esa jugada, derivada de la negativa a negociar por parte de Fran Garagarza, que encima fichó a un segurísimo Marko Dmitrovic, quién sabe dónde estaría hoy el Espanyol institucional, social y deportivamente.
De bien nacidos es ser agradecidos, y tras el desembolso de esos 26,4 millones de euros, acaso lo más apropiado sería recibir a Joan García con una fotografía gigante de aquel beso que, sin que nadie se lo pidiera, dio al escudo del Espanyol el pasado 24 de mayo en su despedida del RCDE Stadium antes de firmar por el Barça, y un cartelón en que se pueda leer “Gràcies, Joan”. Y, a partir de ahí, aprovechar para animar la ocasión quién sabe si única que tendrá el Espanyol durante 90 minutos para engrandecer su historia.
Cualquier otro recibimiento, por muy cariciosos que puedan parecer los peluches, se convertirá en un bumerán que solo beneficiará a quienes más animadversión le tienen al club, al equipo y a la afición blanquiazules, en un día en que todas las miradas estarán predispuestas en esa dirección. Este martes salía el horario del siguiente partido en Cornellà, nada menos que un Espanyol-Girona, el viernes 16 de enero: merece un estadio lleno a reventar.
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Al fin y al cabo, no olvidemos que el sobrenombre de pericos, más que del pájaro, realmente nace del gato del mismo nombre, un personaje de cómic en los años 20 del siglo pasado. Y los gatos se alteran con los ratones y otros roedores. Lo más inteligente sería, por tanto, evitarlos. Para así seguir disfrutando de una temporada por ahora memorable.
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