Fútbol total en el norte extremo
La línea ferroviaria que conecta las partes más habitadas de Noruega con el norte termina en Bødo, más allá del círculo polar ártico. Allí, desde el puerto salen los transbordadores hacia las islas Lofoten, uno de los archipiélagos más fotogénicos del mundo. El equipo de fútbol de la ciudad se convirtió en 2020 en el club más norteño de Europa en proclamarse campeón de liga. Desde entonces es uno de los grandes animadores de los jueves balompédicos del continente: en su coqueto estadio han caído en las tres últimas temporadas la Roma -dos veces, una de ellas por 6-1-, el Celtic Glasgow, el AZ Alkmaar, el Dinamo Zagreb y Besiktas, para citar sus víctimas más ilustres. Su juego expansivo, veloz, de alto ritmo en la circulación del balón y de gran clarividencia asociativa ha deslumbrado a todos esos espectadores que no se limitan a buscar caviar futbolístico sólo en los martes y los miércoles europeos. Y lo ha hecho reinventándose, porque cada año sus gestas han llamado la atención de los ojeadores extranjeros y la plantilla ha perdido a sus jugadores más destacados. Pero hay alguien que permanece en Bødo y mantiene la idiosincrasia de su propuesta: el entrenador Kjetil Knutsen.
Knutsen probablemente nunca esperó que su nombre se asociaría a una localidad del norte extremo. Él nació en el sur de Noruega, cerca de Bergen, y llegó al Bødo/Glimt como asistente en 2017. Cuando el técnico Aasmund Bjørkan asumió el cargo de director deportivo, le llegó la gran oportunidad. Su equipo ha ganado tres de las últimas cuatro ligas noruegas y este jueves se despidió de la Conference League tras una exhibición sin premio ante el Ajax. Tuvo una posesión del 67%, disparó 24 veces, chutó al larguero en tres ocasiones, falló una vez sin portero y el guardameta rival hizo siete paradas, la mayoría de ellas milagrosas. El fútbol tiene estas cosas y no te puedes quejar si no las metes, pero hoy precisamente que acaba de perder es un buen día para reivindicar el mérito titánico del trabajo de Knutsen en Bødo.