Fútbol hecho a cabezazos
“A la élite se llega rápido a través de un filial. Yo he llegado a cabezazos”, decía en la víspera a El País Sergio González, capitán del Leganés. Se refería a lo que le ha costado llegar a la máxima categoría, alternando campos de tercera y segunda B, entrenamientos y exámenes en la facultad, no fuese a ser que tuviesen razón todos los que le decían que mejor se centrase en los estudios. De un cabezazo noqueó al Barça a los tres minutos. Donde las dan las toman, debió pensar.
Falló tantas ocasiones el Barça en el primer tiempo tras el cabezazo que le mandó a la lona que en casa ya dimos la Liga por perdida en el descanso. Había visto demasiadas veces lo mismo en el Camp Nou para tener claro que se repetiría en Montjuic. Falla el Madrid en la víspera y le devolvemos cortésmente el regalo. Tras el gol inicial del Leganés, lo único que permitía cierta esperanza para la segunda parte era lo que los entendidos llaman ‘recuperación tras perdida’. Tras la reanudación, más de lo mismo, pero con menos ocasiones. Los cambios no mejoraron la versión inicial. Viendo la clasificación el Barça en teoría sigue líder, pero engañarse a estas alturas no vale de nada. ‘Seis negativos’ seguidos ante equipos de la zona baja, Las Palmas y Leganés, cinco puntos de los últimos dieciocho. Lo mejor es que llegue cuando antes la pausa navideña para dejar de darse cabezazos contra la realidad.
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