Francia e Inglaterra están dando el cante

El cedazo se mueve, van cayendo las piezas más pequeñas y se va desvelando poco a poco el recorrido posterior. No del todo, aún no sabemos qué rival vamos a tener en octavos, lo sabremos hoy, pero sí sabemos que en cuartos nos tocará Alemania y más adelante nos podrán salir al paso Francia o Portugal. Los resultados se han dado de tal manera que por un lado de cuadro, el nuestro, se ha colado Francia, inesperada segunda en su grupo tras su empate ante Polonia. Francia e Inglaterra están siendo hasta ahora las grandes decepciones de la Euro, con un juego muy por debajo de sus estupendas individualidades.

La Francia de Deschamps no se suelta la faja. Le ha ido bien, ganó un Mundial y fue finalista en otro, pero desespera ver a un equipo con esos jugadores moverse con tanta falta de deseo de riesgo. En tres partidos ha marcado dos goles, uno en propia meta de un defensa rival, el otro de penalti. Ayer regresó Mbappé con una careta que pareció provocarle molestias, pero le faltó algo de su magia. Esta vez jugó por el centro, con Dembélé y Barcola en las bandas, pero no terminó de resultar. Siempre tengo la impresión de que el ataque francés se configura bien de verdad con Giroud, ese nueve clásico.

Pero lo de Inglaterra es peor. Futbolistas excelentes juegan con torpeza, sin ligar unos con otros. Da grima ver naufragar así a Foden, comparar este errático Bellingham con el todocampista entusiasta y acertado del Madrid, asistir al vagar de Kane en busca de balones en la media y de ocasiones de remate arriba... Al menos en la segunda parte hubo dos apariciones, Mainoo en la media junto a Rice, y Palmer arriba, que alumbraron un apunte de mejora. Pero el 0-0 final excitará más la crítica de los ‘pundits’, exleyendas recicladas en comentaristas cuyas reflexiones son la comidilla en la vieja Albión.