Fran García le pone el cascabel a Jordi Alba

España ha jugado con seis laterales diferentes en los tres partidos que lleva De la Fuente. Carvajal y Balde fueron los titulares ante Noruega, en Málaga. En Glasgow, frente a Escocia, jugaron Pedro Porro y Gayà y el pasado jueves, ante Italia, salieron Jesús Navas y Jordi Alba. En la conferencia de Prensa de Róterdam se le preguntó al seleccionador si podía dar alguna razón por la que esta vez no fuera a cambiarlos, más allá de los bemoles que hay que tener para sustituir a un campeón del Mundo, Jesús Navas, y a otro de Europa, Jordi Alba. Y el técnico salió por peteneras. Podríamos decir, en jerga taurina, que hizo una faena de aliño. Hemos pasado en tiempo récord de un intenso de manual, como Luis Enrique, a un anestesista en potencia, como De la Fuente. En fin, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.

Puede ser que esta vez, ante la responsabilidad de una final, la hasta ahora infalible querencia de Luis de la Fuente a cambiar de laterales se resuelva de modo salomónico. Es decir, que lo haga con uno y no con los los dos. Lo cómodo sería quitar a Jesús Navas, que tiene como repuesto a un futbolista experto como Carvajal. Otra cosa sería quitar a Jordi Alba. ¿Cómo arriesgarse a sustituir a un peso pesado como Jordi Alba por un chaval, como Fran García, que aún no ha debutado con España? En decisiones así es donde se mide a los entrenadores, dentro y fuera del vestuario. Un gran técnico, campeón de todo, me dijo un día que un seleccionador puede equivocarse en casi todo menos en las listas y en las alineaciones. Los primeros que saben quien debe ir y quien debe jugar son los propios futbolistas. Básicamente, y más allá de jerarquías y galones, los que están en mejor forma y más lo merecen. Espero que Fran García, salga o no de titular, tenga minutos en la final. Es un rayo, un rayito.