Florentino y Laporta, extraña pareja
Florentino ha aprovechado el paso dado por la Fiscalía en el caso ‘Barça-Enríquez Negreira’ para tomar postura por fin. Bien hecho, porque la mayoría de la afición estaba pasando de inquieta a indignada ante el silencio del club. El barcelonismo proclama desde tiempo inmemorial la especie de que el Madrid ha controlado siempre a los árbitros, algunos incluso lo argumentan ahora, más o menos abiertamente, para explicar los pagos a Enríquez Negreira como un acto de defensa en busca del equilibrio. Así que el madridista no soportaba que su club fuera el único que no se posicionaba. Ya lo ha hecho y está donde debe estar. Bienvenido sea.
Claro que, juntos pero no revueltos, su acción va por fuera de la de los otros 40 de LaLiga, porque Florentino no va con Tebas ni a cobrar lotería. En su derecho está. Lo que no sé es si a partir de ahora podrá cultivar el trato y la colaboración de Laporta en el fantasioso proyecto de la Superliga. Las dos muletas en que se apoyaba, Agnelli y Laporta, han resultado impresentables. Y es peor lo de Laporta, el pago a Enríquez Negreira, que las chapuzas contables de Agnelli. Laporta no está citado en la denuncia de la Fiscalía por prescripción, pero eso no devuelve respetabilidad a su figura. Me pregunto si a partir de ahora podrán seguir de la mano.
Mientras, el fútbol, travieso, nos ofreció anoche en San Mamés nueva leña para este incendio con la anulación del gol del Athletic. Para mí bien anulado, porque el sexador de pollos descubrió una mano de Muniain 70 metros más allá de donde se marcó el gol, en el inicio de la jugada, pero hay quien ve en la maniobra previa que la pierna demasiado levantada de De Jong golpea el brazo de Muniain y eso causa la mano. Mal día para una jugada así, que confirma que el VAR trae más líos de los que evita. En todo caso, el Barça se llevó los puntos y recibirá al Madrid a 9 puntos. En medio de esta tormenta el equipo representa la cara decente del club.