Florentino ‘for president’

Para el que tenga dudas: Florentino se va a presentar a las elecciones. No tengo datos objetivos para afirmarlo. Pero si es blanco, dice cua-cua y tiene plumas, seguramente sea un pato. Justo cuando hemos entrado en el 25 aniversario de su llegada a la presidencia del Real Madrid anuncia nuevos comicios a los que va a concurrir con la ilusión del primer día. Y lo hará porque aún le quedan cosas por hacer. Basta con repasar su última intervención en la Asamblea de Compromisarios para encontrarlas. Y sobre todos los asuntos pendientes hay uno que, con total seguridad, nunca dejaría en manos de otro: el cambio en la fórmula jurídica del club. De esto no ha dado pistas, pero la Fundación será el vehículo para canalizarla.

Más allá de los títulos (en sus dos etapas como presidente ha logrado 65 trofeos entre las dos secciones, incluidas siete Copas de Europa de fútbol y tres de baloncesto), el verdadero éxito de Florentino Pérez ha sido recuperar económicamente al Real Madrid. Cuando llegó en su primera época (2000-2006) no se podía pagar el recibo de la luz. Y no es retórica. El club devolvía los recibos. Hoy lidera la lista Forbes de los equipos más ricos del mundo. Ese salto de la pobreza a la abundancia es lo que el propio Florentino considera íntimamente como su mayor éxito. Y cambiaría esos 65 títulos por no volver jamás a aquella difícil situación.

Después, viene todo lo demás: el obrón del Bernabéu, la espectacularidad de Valdebebas (otro hito del que está especialmente orgulloso porque le hace tanta ilusión ver a los niños de la cantera como a los profesionales del primer equipo), los más de 600 millones de seguidores en las redes sociales, la proyección global del Madrid (de ahí que se tome tan a pecho esos partidos como la Intercontinental) y la Liga Unify, esa Superliga que lleva años persiguiendo y que para Tebas es sólo una ensoñación. Ya veremos, pero un aviso: Florentino no es de los que suelta el hueso. Si 90 minuti en el Bernabéu son molto longo, cuatro años son casi una eternidad.