Fabián, ve a la ventanilla de Luis Enrique

Fabián Ruíz se fue demasiado pronto. El Nápoles se fijó en él y después le dio el pase al PSG, ganando un buen dinero. Lo perdió el Betis y lo perdió la Liga, en ese incesante goteo de buenos futbolistas que abandonan nuestro Campeonato atraídos por ofertas económicas de los clubes-Estado. O directamente de los Estados, como ha pasado con Gabri Veiga y Arabia Saudí, que es un país que tiene el dinero por castigo. Por suerte para los futbolistas que dejan nuestro fútbol, siempre les quedará la Selección. Es el escaparate nacional, donde reaparecen ante la afición para recordarnos lo buenos que son y tener el cariño que no les dan en otros sitios.

Lo de Fabián ante Georgia fue un festival y su maniobra en el cuarto gol de España, que le regaló a Morata, un show. Fabián lo aprovechó para pedir más confianza del aficionado español. Pero equivocó el tiro y mató al pianista. Quien debe confiar más en él no es la afición española, es Luis Enrique. Incomprensiblemente, el andaluz calienta banquillo en el PSG. Es sabido que también dejó de ir a la Selección tras un roce con el exseleccionador en Sevilla, en la última Eurocopa. Como el destino es travieso, ahora tiene al asturiano de entrenador y es suplente en París. Mientras, seguirá siendo importante en La Roja. Porque aquí sí confiamos en él. De la Fuente el primero. Por eso es titular con España.