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Estos peluqueros no son fiables

En el lenguaje futbolístico francés cuando un entrenador pone a los suplentes sin casi ningún titular habitual se dice que juega el equipo de los “peluqueros”. A veces funciona porque dichos futbolistas saben aprovechar la única oportunidad de participar.

Más cuando se trata del último partido de grupo de la fase final de un gran torneo. Hoy fue un fracaso absoluto no solo porque se perdió el encuentro frente a Túnez sino porque la actitud de los futbolistas galos en el campo fue bastante lamentable. Tanta gente soñando con disputar un partido en un Mundial y éstos paseando y dejándose “comer” por los adversarios. Pero lo más grave es que nos hemos dado cuenta de que, por detrás de la brillantez del once ideal, no tenemos un “plan B”. Ni en ataque, ni en el medio, ni en defensa.

Jugadores como Guendouzi, Disasi o Kolo Muani no tienen nivel para vestir la camiseta de los “Bleus” en una Copa del Mundo. Y poner al madridista Eduardo Camavinga como lateral izquierdo es un experimento que sólo puede dañar tanto al futbolista como al equipo. Los franceses no quedamos con un mal sabor de boca (también porque una parte del público tunecino pitó nuestro himno, la Marsellesa) pero sabemos que el domingo los “peluqueros” no se moverán del banquillo y que los “bien peinados” estarán sobre el césped.