Este equipo no es mediocre
Esta Nations League, que ha supuesto el primer título de España desde 2012, ha vuelto a dibujar perfectamente en qué nivel se encuentra la selección nacional. Y, pese a que esta vez acabó mejor, el comportamiento del equipo se ha parecido bastante al de los torneos anteriores.
España compite bien contra todos, y quizá lo hace mejor contra los rivales más fuertes. Le cuesta más abrir la lata ante bloques defensivos muy hundidos, porque le faltan atacantes decisivos, y eso se volvió a ver en la final frente a Croacia. Pero, en general, tiene muy buenos jugadores, con una fantástica comprensión del juego, con una personalidad competitiva que hay que valorar más -no fue menos en eso que el conjunto balcánico, cuyo espíritu siempre se elogia-. La victoria servirá para reivindicarlo, porque demasiadas veces se ha dicho que este grupo es mediocre.