NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Esta vez no hubo milagro en el descuento

Quinta derrota del Real Zaragoza, otra vez sin ver puerta, y nuevo extravío de Carcedo, que presentó en Los Cármenes una alineación sorprendente, sin Francés y sin Giuliano, y que sólo da un paso adelante cuando tiene los partidos perdidos. El equipo aragonés afrontaba en Granada el inicio de un tramo del calendario de máxima exigencia y dejó otra vez al descubierto todas sus carencias. Quiere, pero no puede. No le alcanza. Y su entrenador lo empeora. El Zaragoza no va a ninguna parte.

Carcedo, al que ya le corre el reloj a toda prisa, mantuvo a Gueye en la punta del ataque, situó a Bermejo por detrás del gigante senegalés, la posición que más privilegia su fútbol, dejó a Giuliano en el banquillo -toda una sorpresa-, insistió en Lluís López, en noche fatal, y dio entrada a Larrazábal por Vada. Una mezcla de decisiones de difícil comprensión.

La igualdad presidió una primera parte sin control ni dominio, salpicada de errores técnicos y pérdidas en los dos equipos, y en la que el Zaragoza le discutió la posesión al Granada. Y eso que Manu Molina, al que Carcedo considera su prolongación en el campo, tuvo un partido -otro más- repleto de imprecisiones. En este periodo, el Granada disfrutó de tres ocasiones claras, en remates de Callejón, Puertas y Ricard, pero fue el Zaragoza el que estuvo más cerca del gol en un disparo de Bermejo al poste en el minuto 40, después de una gran acción técnica del media punta, con sombrero incluido. Pero Bermejo, se supone que por problemas físicos, se quedó en la caseta en el descanso y Vada, su reemplazante, tuvo otro día de ausencia.

El encuentro se le puso cuesta arriba al Zaragoza nada más iniciarse la segunda parte, al aprovecharse el central rojiblanco Miguel Rubio de un despiste de Lluís López, en la marca, y de Vada en un envío trompicado del lateral Quini desde la frontal del área. El gol agigantó al Granada, que a punto estuvo de sentenciar el duelo cuatro minutos después en un despeje fallido de Lluís López -otra vez él- al poste izquierdo de Cristian Álvarez.

El Zaragoza desapareció de la escena como tantas veces esta temporada y sólo entonces, y a la desesperada, Carcedo se ‘animó’ a dar entrada a Giuliano por un Gueye totalmente desaparecido y que fuera del área es una completa nulidad. Giuliano, al que el VAR le negó un gol por fuera de juego, mejoró con creces a la última apuesta de Torrecilla, pero para entonces el Granada ya tenía el partido donde quería y gozó de ocasiones para una victoria más rotunda. Mollejo, otro de los cambios de última hora, logró reactivar al equipo aragonés en el descuento, pero esta vez no hubo milagro final.