España se complica antes de tiempo
Los dos primeros partidos de la Selección, con victorias solventes y corales ante Bulgaria y Georgia, habían transmitido muy buenas sensaciones en torno a un equipo que llegaba al Eurobasket con los titubeos generados por la falta de experiencia de un grupo en plena construcción. Esas sensaciones se convirtieron en ilusiones, que se han derrumbado menos de 24 horas después por la derrota ante Bélgica. Si España ganaba, estaba matemáticamente en octavos. Si España perdía, la cosa se enredaba. Mucho más después de que Georgia haya vencido a Turquía. Ahora hay que hacer cuentas. Y, sobre todo, ganar uno de los partidos que restan, ante Montenegro o la propia Turquía, para tomar el camino directo. Luego ya habrá tiempo para analizar el cruce, aunque en el Grupo B, el grupo de la muerte, espera un infierno caiga quien caiga: Eslovenia, Francia, Alemania, Lituania o Bosnia, que este domingo tumbó a Doncic y se ha metido de lleno en las cábalas. La Selección sigue a un paso de los octavos de final, no hay que caer en el pesimismo, pero se ha complicado la existencia antes de tiempo.
El motivo del tropiezo quizá hay que encontrarlo en las palabras de Sergio Scariolo, que habla de “volver a ser humildes”, de “reenfoque”, de “aprender la lección”… El seleccionador admite, incluso, que “el bofetón” puede ser beneficioso en el futuro para la actitud colectiva, para el aprendizaje de un combinado con siete debutantes en grandes campeonatos, donde hay que mantener la intensidad de un día para otro. A falta de grandes estrellas, jubiladas o lesionadas, la fuerza de España está en el equipo, en el sacrificio del grupo. Scariolo tiene la jornada de este lunes para trabajar este aspecto, para recuperar esas sensaciones de los dos primeros partidos y confirmar que no era una falsa ilusión. Quién sabe… Igual, como dice el técnico, esta enseñanza puede ser un impulso para el resto del camino.