España salva al Barça
El Consejo Superior de Deportes aceptó la cautelar urgente y Dani Olmo y Pau Víctor vuelven a tener licencia. Laporta lo ha vuelto a hacer. No es para sentirse orgulloso ni sacar pecho, pero su efectividad en los metros finales es digna de Romario.
En su comunicado oficial, el CSD esgrime las razones por las que atiende la petición del club blaugrana con ocho días de retraso respecto al plazo estipulado. Y queda claro que España salva al Barça porque es parte del prestigio de la competición y porque Dani Olmo es destacado jugador de la selección española. Las cuestiones legales, ya las dejaremos para otro día.
“El CSD considera que la no adopción de esta medida cautelar causaría un perjuicio económico y deportivo grave para el club y, sobre todo, para los futbolistas. Esto podría dañar también los intereses de la selección española, así como del resto de las competiciones nacionales, incluida LaLiga. En estos momentos, el FC Barcelona y sus jugadores están inmersos en la Supercopa de España, primer título oficial de la temporada, de visibilidad y repercusión mundial”. Textual del comunicado del CSD. Lo que no se plantea el organismo federativo es cómo, defendiendo el prestigio exterior del fútbol español, que curiosamente celebra su fiesta en Arabia, es el impacto que tendrá en los clubes que sí juegan en España.
Aseguran que Olmo es importante para la Selección, que podría dañarse el prestigio de LaLiga y de la Supercopa, que es de “visibilidad y repercusión mundial”. Pero se olvidan de los otros equipos que no forman parte de esta élite vedada al Real Madrid y al Barcelona, con una gatera rotatoria para alguno que se cuele, y de paso le dan una patada al sistema (votado por el Barça incluso) suspendiendo el acuerdo de la comisión de seguimiento de coordinación RFEF-LaLiga.
Habrá ruido, pero si la ley está para cumplirse, ahora sale el órgano superior a decir lo que se tiene que cumplir. La mejor noticia es para los dos jugadores, que no se merecían vivir una situación así. Y puede que la peor sea para el Barcelona, que ve cómo se puede perpetuar una manera de gestión que va a costar más de una angina de pecho y que debe de revisarse profundamente. Y además, se le acaba el cuento ese de que el poder de España les tienen manía.