España está salvando esta Eurocopa

Esta Eurocopa nos ha traído partidos malos, selecciones cautelosas, bastante aburrimiento. De eso han sido excepción unos pocos encuentros, entre los que se cuentan todos los de España, la noticia del campeonato por su juego atrevido y el perfil diferencial de sus dos extremos. Francia era el equipo dominante en Europa en estos últimos años, pero merecía reproches por su juego poco atrevido, con prioridad del físico y la prudencia frente a la clase y el brío ofensivo, pese a tener jugadores excelentes para atacar. Era preciso que España ganara por eso: para quitar razón a Deschamps.

Gran partido otra vez. Tramos de ataque exquisito y tramos de resistencia ante el arreón de Francia cuando, obligado de veras, Deschamps se soltó la faja y terminó atacándonos con Mbappé, Griezmann, Giroud y Barcola. Apretaron, a los nuestros se les llegó a hacer largo el partido porque el poderío físico de Francia era cada minuto más difícil de sobrellevar. De nuevo los cambios de De la Fuente ayudaron. El equipo supo agruparse y, en lo más crítico, descansar con el balón alargando las posesiones para hacer que el tiempo jugara a nuestro favor y en contra de los nervios de Francia, obligada a precipitar sus ataques.

Pero el hombre del día fue Lamine, que hasta el sábado todavía tendrá 16 años. España, que había salido muy bien, sufrió tres ataques rápidos de Mbappé y en uno de ellos Kolo Muani cabeceó bien un gran centro del crack, que siempre fue amenaza pero no volvió a hacer nada de verdad grave. A eso sucedió un tramo de desconcierto, casi cundió el pánico, y lo resolvió Lamine con su fabuloso gol, que frenó en seco la euforia de Francia y encontró pronto compañero en el de Olmo, que puso el 2-1 definitivo. Todos los españoles jugaron bien, pero el nombre de Lamine quedará unido a este partido.