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España es una fiesta

A cuartos con grandeza.- Los campeones de Europa continúan su marcha triunfal ofreciendo exhibiciones por todos los rincones de la piel de toro. El sábado, más de 30.000 aficionados llenaron la Nueva Condomina. Hoy han sido más de 20.000 en El Arcángel de Córdoba. Ilusionan. Disfrutan. Se divierten. Hay identidad. Hay estilo. Hay propuesta. Hay sentimiento y compromiso. Hay ambición por seguir acumulando títulos. No hay excusas. Da igual que faltasen siete de la final de Berlín en el once titular. Esta España sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Todos viajan en la misma autopista, sin fisuras, sin malas caras. Son amigos, familia. Y, lógicamente, pasan por encima de sus rivales. Lo de Alemania no fue un espejismo. Fue la bendita realidad de nuestra renovada Selección. El ridículo de Qatar y el papelón ante Japón y Marruecos están en el olvido...

Luis de la Gente.- El feliz apodo de varios de mis compañeros sobre el míster es utilizado de diferentes maneras según conviene a unos y otros. Yo lo tomo como una brillante descripción de lo que genera el mejor seleccionador de la historia del equipo nacional por números. Un tipo llano, sencillo, que ha normalizado la victoria desde una excelencia alcanzada con humildad y oficio. El riojano ha dado con la tecla del éxito sin darse importancia ni hacer incursiones ruidosas en modo youtuber. Un hombre de fútbol que ama el fútbol. El mejor timonel posible para esta nave de todos.

Morata, 37.- Me gustó la reacción de la afición cordobesa. Se acabó lo de utilizar a Morata para saciar las frustraciones personales de algunos. El penalti se fue al limbo. ¿Y qué? A Sergio Ramos se le fue así con el Bayern y luego cambió la historia con su gol al Atleti en Lisboa. Por eso su gol a los serbios se celebró doblemente. Y tiene a tiro al Niño Torres. Lo superará. Y vaya golazo de Álex Baena. Maravilloso. Y gracias a Rajkovic, porque Serbia se pudo llevar un saco. Festival bajo la lluvia. Todo marcha viento en popa. España sigue de fiesta.

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