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Ese falso ‘ya me puedo morir tranquilo’

Las afirmaciones futbolísticas producto de la euforia son perfectamente prescindibles. Por ejemplo: ya me puedo morir tranquilo. No digas eso nunca porque luego vas y te mueres y qué pasa. Muchos madridistas nos sentimos saciados con las remontadas de la decimocuarta. Esta vale por cinco. Mentira también. Tampoco hagas pactos con dioses que no existen. Cambio perder la liga a cambio de la Champions y que el Atleti quede quinto. ¿Por qué haces eso? Ya sabes que no funciona así. ¿Por qué sigues haciéndolo con tus amigos antes de cada partido importante? Luego llega el partido de cuartos contra el City y quieres más.

En el Bernabéu ya vamos por quinto de Guardiola y repitiendo. Le hemos visto sacar a un imberbe Sergi Roberto para recochinear una victoria en el descuento, ha dado palizas, se ha disfrazado del Cruyff más conservador, ha caricaturizado moralmente el juego directo del Madrid y también ha vivido momento inexplicables como aquella remontada mágica de 2022 con la que algún novato cruzó La Castellana con la sonrisa en la cara rezando: ya me puedo morir tranquilo. Guardiola, Pep para sus fans, siempre ha intentado ir ganando antes de que empiece el partido, con la presión de las ruedas de prensa. En el caso de ayer eligió elogiar la posición de Kroos, los 20 años de Bellingham… “ganar al Madrid dos veces es imposible”.

A los jugadores no sé cómo les afectarán estas frasecitas. A mí me sublevan. Y me hieren. Soy un pésimo competidor y Pep lo sabe. Por eso me dice esas cositas. Pero ayer no me dejé impresionar y acudí a lo que él no puede controlar. Mismos calcetines, calzoncillos, abrigo y rituales que en 2022. No hay dioses pero ¿y si los hay? Como creo decía Michael Robinson, no soy supersticioso porque da mala suerte. Y por eso hubo que remontar desde el primer minuto, comerse los golazos de las estrellas del emirato y sufrir. Por jugar con las sábanas de los fantasmas.

Todo queda para Mánchester e igual que este Madrid yo me resigno a vivir tranquilo

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