Escribá es insostenible
El Real Zaragoza de Fran Escribá se cayó en Elche con todo el equipo, prolongando una caída libre que no parece tener fin y que deja al equipo derrumbado y al técnico sin defensa posible. Su situación ya es absolutamente insostenible. Siete puntos de los últimos 30 son de por sí una razón más que suficiente para su despido, pero es que el equipo aragonés sigue sin proponer nada, sin arriesgar nada, con una condición física más que cuestionable y un patrón de juego cambiante que ha desorientado a los futbolistas y los ha instalado en la desconfianza. Escribá ya no da más de sí.
Pese a su inicio fulgurante y afortunado, con cinco triunfos consecutivos, el Zaragoza casi nunca ha jugado esta temporada como un candidato al ascenso directo o a la promoción, porque el estilo de Escribá es reservón y reactivo, pero, cuestiones de estética al margen, los números del entrenador valenciano ya no hay quién los camufle o justifique. El equipo aragonés ha caído del liderato a la décima plaza y sólo ha ganado uno de sus últimos diez partidos y fue contra un Andorra con un futbolista menos durante casi todo el partido. Su caída es en picado.
Escribá no se ha sentido cuestionado ni amenazado. Y hasta se ha molestado cuando, con el máximo respeto, se le ha preguntado en las últimas semanas por si temía por su puesto aludiendo a pesimistas, cenizos o forofos, pero el fútbol siempre acaba descorriendo cortinas y tirando de la manta. Y a Escribá se le han acabado las excusas.
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