Entre Puyol y Umtiti
A falta de conocerse las últimas víctimas de la jornada de ayer, el FC Barcelona es el equipo que presenta más lesionados por el llamado “virus FIFA”. Koundé, De Jong, Memphis y Araújo han vuelto de sus selecciones para ir directamente a la enfermería. Como no es una situación nueva, estos días se han convocado las figuras de Puyol y Umtiti para reaccionar ante el contratiempo. En el caso de Koundé, con una lesión en el bíceps femoral que puede tenerle un mes fuera —perdiéndose el próximo clásico—, se ha apelado al espíritu de Carles Puyol: con una lesión similar, forzó su cuerpo de superhéroe y se recuperó a tiempo para el gran partido. En el caso de Araújo, cuya lesión es más grave, el ejemplo de Umtiti le ha mostrado lo que no hay que hacer. Ante la duda de si pasar o no por el quirófano, el uruguayo ha decidido operarse y perderse con toda seguridad el Mundial, avisado de que un tratamiento conservador le permitiría estar en Qatar, pero a la larga podía suponer una dolencia crónica, como ha ocurrido con el francés.
Ronald Araújo solo tiene 23 años y un físico privilegiado. Esta entrada en boxes debe asegurarle una carrera larga y con partidos importantes. Su situación sirve también como aviso de lo que nos espera. Los caprichos de la FIFA de montar un Mundial en el desierto y en noviembre han apretado el calendario y se exprime a los jugadores. El ritmo actual de competición es distinto de un final de temporada, cuando se llega a un Mundial con el tono físico y mental al máximo. Es probable, pues, que en las próximas semanas veamos a jugadores más cohibidos, asustados, sin arriesgar por miedo a la lesión fatal, también más dispersos psicológicamente. La contrapartida es que los futbolistas de la clase media —los que verán el Mundial por la tele— tendrán más libertad de juego y quizás nos espere alguna sorpresa, algún equipo revelación que aproveche la situación anómala. Se entiende mejor ahora la insistencia de Xavi para tener una plantilla amplia y competitiva.