Enric Mas recoge la herencia

En la noche del martes, en una Gala plagada de campeones y de emociones, Alejandro Valverde recibió el Premio Trayectoria AS del Deporte. Un reconocimiento a una carrera plena de éxitos. Y ayer, sólo unas horas después, volvió a comparecer en otro acto público, esta vez en la presentación del Movistar Team, su casa, que celebraba la puesta de largo de sus equipos ciclistas 2023 en la sede de Telefónica. Era la primera vez en los últimos 18 años que Valverde no participaba en el evento como corredor. O, dicho de otra manera, era la primera vez que subía al escenario como exciclista. Y no pudo contener las lágrimas: “Me da mucha pena”. El nombre de Valverde impregnó todo el acto. Enric Mas, el jefe de filas, le sigue llamando “líder”. Esa es la devoción que tienen todos hacia quien era su compañero hasta hace un par de meses. Pero Valverde ya no volverá al pelotón. Ha echado el candado.

Y ahora le toca a Mas heredar esos galones. Una herencia que va más allá del propio Alejandro, que ha pasado de generación en generación. Porque el Movistar no es un equipo más, sino el gran equipo del ciclismo español. Y no sólo por ser el único WorldTour, sino por su ilustre historia. En 2023 se cumplirán 40 años desde que Echávarri y Unzué llevaron al Tour de Francia al Reynolds liderado por Ángel Arroyo, que acabó segundo, y Pedro Delgado, que ganó la carrera en 1988. Aquella decisión recuperó la tradición española en la Grande Boucle. Con el paso del tiempo cambiaron los patrocinadores: Banesto, Illes Balears, Caisse d’Epargne, Movistar... Y también los ciclistas: Indurain, Olano, Zülle, Chava, Mancebo, Pereiro, Nairo, Valverde... Es la herencia que recoge Mas, justo en el año en el que el Tour sale de Bilbao. El mallorquín ha anotado esa fecha y esa salida como el gran objetivo del año. Movistar es un equipo-Tour. Y sólo deber mirar hacia arriba. Es su ADN.