En tierra amiga

Puedo entender las críticas que han surgido entre los aficionados al fútbol, y en este caso entre los madridistas, al comprobar que este año, una vez más, la Supercopa de España se juega en Arabia Saudí. Porque, primero, resulta muy caro viajar hacia este gran país de Oriente Próximo y, segundo, porque existe un sentimiento de desposesión de una competición puramente nacional. Sin embargo, la necesidad cada vez más grande de buscar dinero e imagen ha empujado a otros países como Francia o Italia a hacer lo mismo. Pero si hay algo que debería satisfacer a los madridistas de España es que otros madridistas, tan madridistas como ellos, van a poder disfrutar de su equipo desde cerca.

Las cosas como son: el 80% de los seguidores de fútbol de Arabia Saudí se definen como madridistas. Y manifiestan con orgullo su pasión por el club blanco. Me contó un amigo saudí que todo viene de la irrupción de los satélites a principios de siglo. Por primera vez se pudieron ver ahí los partidos de la Liga. ¿Y quién estaban en esta época? ¡Los Galácticos! Un día tendremos que analizar el fabuloso impacto para el Madrid y la “cultura madridista” que tuvo el equipo de Figo, Zidane, Beckham y compañía. Madridistas, esta noche cuando veáis el partido delante de la tele, acordaos de que otros madridistas están viviendo su sueño. El Madrid es de todos. Y para todos.