En la mochila del viejo Lewandowski

Al filo de la hora de partido, y cuando empezaba a desesperar por una imprecisión que se ha vuelto peligrosamente habitual, Lewandowski rescató de su mochila una de las viejas maniobras que le han hecho célebre en la última década. Su gol, facilitado por un pase de un enorme Gündogan, desatascó un partido que se le estaba haciendo bola al Barça y le transportó a la final de la Supercopa.

No fue el Barça de la triste figura de otras tardes recientes, pero tampoco le sobró nada y hasta necesitó cierta ayuda de Iñaki Peña. De Jong y Gündogan, con el refuerzo final del felizmente reaparecido Pedri y el gol de Lamine después de una ‘delicatessen’ de João Félix, llevaron al Barça a la orilla sano y salvo… Lo del domingo será otra historia.

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