Un punto que se queda corto
El Real Zaragoza desperdició dos ventajas en el Nuevo El Arcángel y cosechó su tercer empate consecutivo, una racha de puntos insuficiente para un aspirante a mantenerse entre los seis primeros del campeonato y que no permite enmendar el decepcionante resultado frente al Málaga de hace una semana. En un duelo desatado, y hasta descontrolado por momentos, en el que el equipo aragonés amontonó imprecisiones, pero también ocasiones, el empate hace justicia a los méritos y deméritos de los dos equipos, y pone una vez más de manifiesto que el Zaragoza necesita en el próximo mercado de invierno refuerzos importantes, en el centro de la defensa y en el eje del centro del campo, para sostener su candidatura al ascenso.
Luna, Keidi Bare, Bazdar y Liso fueron las cuatro novedades en el once del Real Zaragoza, en detrimento de Calero, hasta ahora indiscutible y sin ninguna afección física, Marc Aguado, Ares y Pau Sans.
Después de un cuarto de hora de iniciativa del Córdoba, el Zaragoza sacó partido de una presión adelantada y entre Iván Azón y Francho forzaron un grave error de Isma Ruiz en la salida de balón que acabó con un pase a la red del ‘14′ del equipo aragonés. Nada menos que el tercer gol de Francho Serrano en su campeonato más realizador, un dato que explica mejor que nada su permanente titularidad.
El Córdoba, ganador de casi todas las disputas en el centro del campo, no tardó en responder, pero entre las yemas de los dedos de Poussin y el larguero conjuraron un remate de Jacobo cargado de veneno. También el Zaragoza, de nuevo muy blandito en defensa, se topó con el travesaño, en un remate de Tasende a un centro servido por Azón desde la derecha, justo un par de minutos antes de que Théo Zidane empatara el encuentro con un disparo cruzado y ajustado al palo dentro del área. Así que del posible 0-2 se pasó al 1-1.
Tras un primer tiempo escaso de fútbol y pleno de inconsistencias, el Zaragoza volvió con otro aire del descanso y enseguida tuvo una ocasión inmejorable para volver a ponerse por delante, pero a Bazdar le faltó habilidad para superar en un mano a mano al portero, después de un envío excelente de Iván Azón. Apenas diez minutos después, fue Azón el que marró ante el portero un gran servicio de Bazdar, un ‘desperdicio’ que arregló seguidamente Luna, al definir por entre las piernas de Carlos Marín un envío preciso de Aketxe. Pero la alegría le duró muy poco al Zaragoza, porque el Córdoba empató en una acción mal defendida por el propio Luna.
Ares entró por Liso en el tramo final del partido para intentar reactivar el ataque del Zaragoza, cuando el Córdoba tenía otra vez el control de la situación, forzando continuas pérdidas del equipo aragonés y obligando a otra gran intervención en dos tiempos de Poussin.
La salida después de Toni Moya por un superado Keidi Bare mejoró al Zaragoza y los últimos minutos fueron suyos, incluido un soberbio disparo de Bazdar al larguero que hubiera sido el gol de la jornada en Segunda.