El Zaragoza duerme en ascenso directo
El Real Zaragoza sigue lejos de ser un equipo sólido y fiable en defensa, incapaz de cerrar su portería, pero tiene una fe inquebrantable, es capaz de levantarse de cualquier contratiempo y tiene la mejor pegada de la categoría. Nada menos que veinte goles en once jornadas. Todo un caudal realizador. Hay mucho que mejorar y que corregir, pero su sufrida victoria en Elda por 2-3, con tantos de Bazdar, Azón y Liso, le aúpa de nuevo a la segunda posición de la clasificación. ¡Casi nada cuando se llevan ya once jornadas del campeonato!.
Víctor Fernández agitó su alineación con hasta cuatro cambios -Kosa, Clemente, Marc Aguado y Francho entraron en el once por Vital, el lesionado Tasende, Toni Moya y Liso-, y también varió el dibujo, pasando a ordenar a su equipo en un 4-4-2 en rombo, con Aketxe por detrás de la pareja Bazdar-Iván Azón. Pero lo que no cambió en el Zaragoza fue su pésima costumbre de encajar un gol a la primera de cambio, otra vez en una acción mal defendida, lo que le obligó a jugar por quinto partido consecutivo a remolque.
Tres errores apenas forzados del Eldense en la salida del balón le dieron al equipo aragonés la posibilidad de empatar rápidamente, aunque ni Bazdar ni Iván Azón los supieron aprovechar. Pero el rival siguió jugando con fuego delante de su área y ya no hubo un cuarto perdón del Zaragoza: Marc Aguado recuperó la pelota y Keidi Bare le dio una gran asistencia a Bazdar, que recortó al portero y le puso firma al empate pasada la media hora con su cuarto gol del campeonato.
Lejos de serenarse o de aprovechar su premio, el Zaragoza se durmió con la igualada y Poussin, providencial, tuvo que salvar por dos veces a su equipo. Sin embargo, en el fútbol de Segunda División todo puede cambiar en una acción, en un segundo, y todavía más a balón parado, y en pleno descuento de la primera parte Azón mandó a la jaula un cabezazo picado, a un libre indirecto servido al área con maestría por Aketxe. 1-2 al descanso y tercer gol de cabeza consecutivo del ariete aragonés.
En la segunda parte, el Zaragoza ajustó su dibujo a un 4-4-1-1, con Bazdar tirado a la izquierda para tapar las subidas del lateral derecho del Eldense y Aketxe como una especie de segundo delantero, y se hizo con el control de la situación y del juego. El duelo pudo quedar resuelto a los 53 minutos en un claro penalti de Iván Martos por agarrón sobre Azón, pero a Arcediano Monescillo se le amontonó una vez más el descaro contra el Zaragoza.
El Eldense apretó de lo lindo en la última media hora y Víctor introdujo un triple cambio para intentar darle piernas y oxígeno a su equipo: se fueron Azón, Francho y Bazdar, el más destacado del partido, y entraron Mari, Luna y Liso. Apenas hubo tiempo para esta reorganización general, porque el Eldense empató a balón parado, pero a diez minutos del final una triple combinación entre Marí, Luna y Liso permitió al extremo aragonés abrir su cuenta goleadora en el campeonato y culminar una victoria que le permite al Zaragoza dormir en posición de ascenso.