El Tour irrumpe en plena Eurocopa
Propietario natural del mes de julio, el Tour asoma con fuerza entre las emociones de la Eurocopa, que aún está por ofrecer lo mejor de sí misma. Este año la ‘Grande Boucle’ nos llega embocadillada entre la gran competición futbolística europea y los JJ OO de París, que la van a forzar a un final inédito, en Niza, pues ni París puede digerir a un tiempo los últimos preparativos olímpicos y la llegada del Tour. Pero entre Eurocopa y Juegos la gran prueba ciclista ha sabido reclamar la atención, con un par de primeras etapas tremendas, el gigantesco Galibier en su cuarto día y ayer la campanada de Cavendish.
Con su esprint en Saint Vulbas, este pequeño y robusto británico alcanza su victoria número 35 en la carrera, batiendo un récord del ‘Caníbal’, Eddy Merckx, el mejor corredor de todos los tiempos. Cavendish tiene 39 años. Ya era difícil que alcanzara esa emblemática victoria, pero su coraje ha resistido el paso del tiempo. Nacido en la Isla de Man, la velocidad suicida sobre dos ruedas forma parte de sus vivencias infantiles, y así ha sabido una y otra vez meterse en la barahúnda de esas llegadas masivas, en las que se requiere audacia, agresividad temeraria, visión de la jugada y formidables piernas para el apretón final.
Claro que no es lo mismo ganar 35 etapas peleando por ganar el Tour que 36 reservándose sólo para las que terminan en llegadas masivas. El sábado se descolgó en el primer puerto, ayer tenía más de hora y media perdida… Los esprínters juegan su propia liga, y es en esta en la que la victoria de ayer le coloca en el trono histórico, con el laurel añadido de sus cuatro victorias consecutivas en la etapa final de los Parques Elíseos, el triunfo que todo velocista más valora. Retaco, compacto, con cuello de toro, ha cumplido la misión que se propuso hace años. Su récord va a durar mucho, mucho tiempo.