El tacón de Aitana y la frustración madridista
Esta selección es una generación de frustraciones para el madridismo al que le gustaría una apuesta mucho más decidida por el equipo femenino.

El modo fútbol non stop es una desgracia. Es imposible disfrutar de esta afición. Cuando habíamos conseguido pasar unos días limpios, sin consumir una gota de balón, va Aitana Bonmatí y se inventa una asistencia de tacón para recordarnos ese disfrute inigualable de echarnos una linda jugadita a la boca, que diría Eduardo Galeano. Ver jugar a la centrocampista del Barça es emocionante. Tiene el don de la pausa y el dominio del juego de los niños prodigios que han nacido para jugar al fútbol. A veces es un poco Iniesta, otras es Modric. Y el pase del viernes fue de genia absoluta con marca registrada propia de este deporte.
Esta selección es una generación de frustraciones para el madridismo al que le gustaría una apuesta mucho más decidida por el equipo femenino. A la columna vertebral formada por Irene Paredes, Alexia y Aitana se suma respecto a los grandes campeonatos anteriores Claudia Pina, otro empeine de oro y como no, del FC Barcelona. La irrupción hace unas temporadas en el Villarreal de Salma Paralluelo parecía una oportunidad propicia para que el Madrid construyera un equipo ganador alrededor de su potencia diferencial. Se fue al Barça. Algunas fuentes cercanas a la zaragozana me llegaron a decir que la jugadora era más propensa a mudarse a Valdebebas pero la oferta culé era inigualable.
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El Real Madrid, tan orgulloso de su histérica resistencia a la derrota, asume con sorprendente paciencia la distancia sideral de su equipo femenino respecto al Barça. La inversión ha subido pasito a pasito en el último lustro y las blancas están consolidadas en la segunda plaza. El año pasado incluso ganaron en Barcelona en un partido agónico ¿Desde cuándo le basta el segundo lugar al Real Madrid? El gol de Olga Carmona en el Mundial otorgó la dosis madridista al éxito del Mundial como Casillas lo hizo en 2010. La sevillana ha salido este verano por una oferta superior del PSG. Es cierto, es momento de selección, no de clubes. Pero conviene que alguien en Chamartín tome nota de la trascendencia de apostar de verdad por las mujeres.
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