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El ‘Señor Lobo’ juega en el Madrid

Finaliza la versión Marco Polo que ha interpretado el Real Madrid este verano. A la gira de pretemporada por las Américas le ha sucedido el periodo de aproximación al Bernabéu en la Liga española, tres partidos -Bilbao, Almería y Vigo- saldados con victorias, todas ellas con un factor común: los goles de Jude Bellingham. Marcó en Balaídos con el sentido de la oportunidad que empieza a asombrarnos y también con mucho estilo. Aprovechó su imponente gabarit para imponerse al rocoso Aidoo y cruzar con elegancia el cabezazo de la victoria.

Los jugadores del Madrid saludaron el gol con el entusiasmo de los grandes momentos. Se les había complicado el partido y Ancelotti daba vueltas al equipo para resolver los problemas, que habían comenzado pronto y de la peor manera posible. Vinicius sintió un dolor en la parte posterior del muslo y se sentó en el césped. Después de cuatro años en los que el extremo brasileño había sido inmune a las lesiones, a pesar de sus incesantes y violentos esfuerzos físicos, el cuerpo le envió una señal definitiva.

Se suceden las lesiones en este comienzo de la temporada y parece que con una frecuencia inusitada. La rueda de partidos cada vez es mayor y gira con más rapidez, exprimiendo músculos y tendones. Sin el explosivo Vinicius en el ataque, Ancelotti recurrió a Joselu, que está en las antípodas del brasileño. Uno es eléctrico, veloz, regateador, un regalo del cielo para el contragolpe; el otro mide 1,91 y dispone de un corpachón destinado al choque, los duelos aéreos y el juego de espaldas a la portería. Dos modelos opuestos, pero clásicos en el fútbol.

Joselu perteneció al Celta en una época sin igual en la categoría juvenil. De allí brotaron casi a la vez Thiago Alcántara y su hermano Rafinha, Rodrigo y Joselu. Dos fueron al Barça, dos al Real Madrid. Con 33 años, la vida y un creciente éxito en su trayectoria han concedido a Joselu la oportunidad de instalarse con todos los honores en la primera plantilla del Real Madrid. Ha sido un ciclo largo, definido por su estancia en la Bundesliga, Premier League y el campeonato español, casi siempre en equipos con graves apuros para sobrevivir en la máxima categoría. Ahora llega a un equipo que juega para ganar todas las competiciones.

Al Madrid le afectó la baja de Vinicius, pero aprovechó las cualidades de Joselu en el gol, bien entrado el segundo tiempo, en medio del desgaste general del equipo. Entraron Kroos y Modric por Camavinga y Tchouameni, cambios tan apreciables en estilo como el de Joselu por Vinicius. Esta vez los veteranos no tuvieron el impacto que deseaba Ancelotti, si se exceptúa la participación del centrocampista en el saque del córner que dio origen al gol del Madrid.

Se comprobaron las mejores cualidades de los tres actores en la jugada. El toque de Kroos, la autoridad de Joselu en el juego aéreo y la capacidad de Bellingham para ocupar el sitio correcto, adelantarse a los defensas y dejar el balón en las mallas. En los futbolistas del Celta se adivinó el mismo estupor que se observó en el Athletic y en el Almería después de los goles del inglés, la sensación de sorpresa ante una fuerza tan indetectable como incontenible.

El Celta remató menos que el Almería en el partido anterior, pero generó un buen número de oportunidades. Desde los partidos de pretemporada, al área del Madrid se llega con más facilidad de lo previsto. Aunque apenas se ha concretado la estadística -sólo ha recibido el gol que marcó Arribas en Almería-, es una materia que el equipo tendrá que corregir más pronto que tarde. Por el momento, Bellingham se ocupa de arreglar cualquier defecto. Es el ‘Señor Lobo’ con botas.