El ritmo de la Real aturdió al Barça
Como en París, otra vez un saque largo de Oblak le dio al Atlético el gol victorioso, esta vez en Mallorca. El miércoles fue con la mano, con potencia y precisión extraordinarias; el de ayer, con el pie, hacia la carrera de Giuliano Simeone, que ganó por velocidad, picardía e insistencia a Mojica y Maffeo para regalarle el gol a Julián Alvarez. Digamos que el Atlético ganó en la ley del Cholo, encajado atrás frente a un Mallorca que tampoco arriesgó mucho. Buscó por arriba a Muriqi y Larin, pero no le bastó. Oblak estuvo bien, pero el MVP del partido fue el joven Simeone. Queda claro que no juega por enchufe.
A cambio del partido pelmazo de Son Moix cerramos la jornada con uno hermoso y trepidante en Anoeta, donde la Real ganó merecidamente al líder. Venció por intensidad, mantenida casi hasta el final cuando, agotado, se atrincheró en los minutos del descuento. Y le ganó también por Take Kubo, que estuvo espléndido con balón y sacrificado sin él. Partido bajo la lluvia, apasionante, intenso, con derrota del líder tras siete victorias consecutivas. El Barça motiva de forma especial a Anoeta, allí le suelen costar las cosas, pero lo de anoche fue especial. Los que asistieron tardarán tiempo en olvidarlo.
El Barça se presentó sin Lamine, que acompañó a la expedición pero se quedó en el palco. Sus índices de fatiga muscular señalan ya el rojo y el Barça ha pedido que le liberen de la Selección en esta convocatoria. Pero estaban todos los demás, e incluso empezaron el partido bien, con un gol de Lewandowski que el VAR repudió por un fuera de juego milimétrico, así que la sola baja de Lamine no puede explicar la caída del Barcelona ante una Real que desperdició más de un gol y le sacó brillo a Iñaki Peña, mientras que Remiro apenas tuvo trabajo. Gran noche de la Real y LaLiga que se aprieta un poco.