El Real Madrid... y nada más.

Hoy tenemos sorteo de octavos de Champions. En el bombo habrá cuatro equipos ingleses, otros cuatro alemanes, tres italianos, dos portugueses, un equipo francés, otro belga, y un equipo español. La mejor competición de clubs del mundo solo tendrá un representante de la Liga española, el Real Madrid… y nada más.

Entre los siete posibles rivales de los blancos, cuatro de ellos suman 17 Copas de Europa, y a priori los dos más difíciles son el Liverpool (seis títulos), derrotado en la última final, y el que tendría más alicientes, el PSG. Fue el rival de los blancos en octavos el curso pasado, con Mbappé “fichado” de palabra, que fue aplaudido en el Bernabéu porque se le veía de blanco. No serán precisamente aplausos lo que recibiría si vuelve a Chamartín. De los otros cinco, dos verdugos del Barça, el tricampeón Inter esta temporada y el Eintrach la anterior en la Europa League, el de los colchoneros, el Brujas; y otros dos campeones de Europa, el Borussia Dortmund y el Milan, el segundo equipo con más títulos, siete, la mitad que el Madrid. Mucho respeto a todos y miedo a ninguno, que cuando el partido de vuelta es en el Bernabéu algunos dicen que lo que allí sucede “es imposible, un fenómeno paranormal”.

Hemos dicho adiós a un gran futbolista, Piqué, que además de ser protagonista por otras historias, siempre estuvo ágil para cualquier gesto ingenioso contra sus rivales blancos. Ganó la Champions muchas veces, cuatro, solo una menos que Nacho, ganador de cinco. También esta semana acaba la primera fase de la Liga, antes del parón por el Mundial desestacionalizado. El Madrid es el único equipo invicto en la competición, y con el Barça muy destacados con respecto a los demás. En el Madrid siguen siendo “insustituibles” Benzema y Courtois, que juegan, como canta Estopa “partiendo la pana”. Buenas sensaciones con los recién llegados Tchouameni y Rüdiger. Cada vez más futbolistas de gran calidad, que pueden saltar al campo y decidir partidos, como el “resucitado” en las últimas jornadas, Asensio, con un cañón en su izquierda. No así Hazard, que sigue en el letargo, del que ni la magia de Ancelotti ha conseguido sacar.