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El Nápoles se agarra a un técnico con el que aún no ha perdido

Calzona no conoce la derrota. Aunque el último resultado, un empate a uno en casa ante el Torino, supuso un frenazo a las aspiraciones de remontar en la tabla hasta llegar a Europa, entre la hinchada del conjunto celeste reina el optimismo tras los primeros cinco partidos dirigidos por el ex ayudante de Sarri y de Spalletti. Su debut se produjo en la ida contra el Barcelona: no fue una actuación convincente, ya que los azulgranas fueron superiores durante casi todo el choque, pero el 1-1 final dejó la eliminatoria viva. El mismo marcador se dio en el estreno liguero en Cerdeña, que fue frustrante. El Cagliari de Rainieri empató en el 96′ el tanto inicial de Osimhen. Pero luego llegaron los dos duelos que dispararon la ilusión: el 1-6 en el campo del Sassuolo y el 2-1 ante el equipo más odiado en la ciudad, la Juventus. El balance del nuevo entrenador, pues, es de dos victorias y tres empates en los cinco encuentros que ha dirigido.

Una carrera contra el tiempo. Aunque Aurelio De Laurentiis vería con buenos ojos una gran competición europea en la que participaran los equipos de mayor dimensión social, de momento sigue necesitando clasificarse para los torneos continentales acabando en los primeros puestos de su liga nacional. Ahora mismo el Nápoles es séptimo en la Serie A, una posición que podría dar acceso a la Conference League. Regresar a la Champions está más complicado: el Bologna, cuarto, le aventaja en siete puntos, y la Roma, quinta, en cuatro. Italia tiene por ahora el mejor coeficiente de la campaña en el ranking UEFA, por lo que hay muchas posibilidades de que esa quinta posición dé acceso al máximo torneo europeo. Alcanzarla en las diez jornadas que quedan es, más allá de la eliminatoria de hoy, el gran objetivo de lo que resta de temporada.

Un Kvaratskhelia transformado. Se había escrito mucho sobre el nivel del georgiano, que no estaba pudiendo reproducir en este curso el maravilloso rendimiento dado en su primer año en Italia. Sin embargo, parece haber despertado coincidiendo con la llegada de un Calzona que no ha modificado la estructura táctica del equipo pero que sí ha conseguido que los jugadores más talentosos se sientan más liberados. ‘Kvara’ ha anotado cuatro goles en los últimos tres partidos: en el resto de la temporada llevaba sólo seis. Su gran asignatura pendiente es la Champions: aún no se ha estrenado y sólo ha dado una asistencia en la victoria en Berlín ante el Unión.

Menos opciones en el medio. A Calzona le gusta que sus equipos tengan protagonismo con la pelota, aunque también se puede adaptar a un estilo más contragolpeador. En la selección eslovaca, Lobotka ha sido su referente en el medio, y su intención es convertirlo también en la brújula del Nápoles. El ex del Celta estará acompañado por Anguissa y por el marfileño cedido por el Bournemouth Hamed Traoré. No hay muchas más posibilidades: Zielinski no está inscrito y Cajuste y Ngonge arrastran problemas físicos. También es duda el central kosovar Rrahmani. El noruego Ostigard, que es muy dominante en el juego aéreo, sería su reemplazo si no se recupera.