El Mónaco tiene talento en tres cuartos y mucho poderío físico
Un arranque poderoso. El triunfo del Mónaco en el Gamper pone sobre aviso al Barcelona: es imposible que haya relajación o que se infravalore al conjunto del Principado. Más allá de esa impactante victoria, el conjunto de Adi Hütter ha arrancado la liga francesa sumando diez puntos sobre doce posibles. El único encuentro que no ganó, en casa ante el Lens, se lo empataron de penalti en el descuento. La imagen que mostró en Lyon, donde se impuso por 0-2 mostrando una superioridad notable, o la de este último fin de semana en Auxerre, donde logró un 0-3, hablan del potencial de un equipo que sueña con pelearle al PSG el título galo. Va a ser difícil que lo consiga, pero su plantilla es, junto a la del Marsella, la más fuerte del país galo si retiramos de la ecuación al cuadro de Luis Enrique.
El arquitecto del regreso a la Champions. El Mónaco no jugaba la fase final de la máxima competición continental desde la temporada 18-19. Logró el billete quedando subcampeón de la última Ligue 1 en el primer curso con Adi Hütter en el banquillo. El técnico austríaco, que puede presumir en su currículum de haber ganado la liga en su país natal con el Salzburgo y en Suiza con el Young Boys, vivió su mejor experiencia en un torneo europeo dirigiendo al Eintracht, con el que alcanzó las semifinales de la Europa League en 2019 y las perdió por penaltis contra el Chelsea tras empatar los dos partidos.
Un centro del campo nuevo. Este verano el Mónaco ha vendido a dos de sus mediocentros más utilizados: Mo Camara ha fichado por el Al-Sadd qatarí y Youssouf Fofana se ha ido al Milan. Entre los dos ha sacado 36 millones y su política de fichajes ha sido la habitual: firmar a jugadores jovencísimos con el objetivo de venderlos más caros dentro de unos años. Sólo el ex del PSG Thilo Kehrer, que suele formar la pareja de centrales con el antiguo jugador del Valladolid Mohammed Salisu, se salió de esta filosofía. A Hütter se le plantea el reto de tener que reinventarse en el doble pivote. El protagonismo principal lo asume ahora Denis Zakaria, que lleva dos partidos consecutivos marcando aprovechando su faceta de llegador. Su acompañante viene siendo el senegalés de 20 años Lamine Camara, firmado del Metz por 15 millones y autor de uno de los tres tantos monegascos en el Gamper. Tuvo que ser sustituido por un golpe en la cabeza en Auxerre, pero se confía en que pueda jugar.
La duda: dos delanteros o uno. La temporada pasada, una lesión del ligamento cruzado de la rodilla dejó a Embolo prácticamente sin poder participar. Pero ahora ya está recuperado y a Hütter se le plantea un dilema: usarlo junto al norteamericano Folarin Balogun o tener que elegir entre los dos. Hay similitudes entre ambos: son muy poderosos físicamente, poseen una gran zancada y son arrolladores en las transiciones. Quizá Embolo tenga más capacidad para jugar de segunda punta o tirado a un costado. En cualquier caso, en el primer partido de la temporada compartieron el ataque y ya a partir del segundo el equipo pasó a jugar con un 4-2-3-1 sacrificando a uno de los dos. Y es que la línea de tres cuartos, con el japonés Minamino y los jóvenes Ben Seghir y Akliouche, está plagada de talento.