El Madrid y el valor de lo simple

Quizá no enamore, pero la victoria lo vale todo. El Madrid se llena la tripa en este inicio de LaLiga donde ha priorizado la eficacia y la responsabilidad al lucimiento. Este logro no es un éxito menor en un equipo en construcción, y en eso está Xabi, empeñado en armar un bloque y luego ya se verá. Ante el Mallorca no se advirtió un progreso ofensivo ostensible, pero sí un ánimo ganador que le bastó para doblegar al trabajado equipo de Arrasate. El Madrid sufrió más de la cuenta porque su rival deshizo su presión escalonando a sus centrales y optando por el juego directo con Muriqi y Joseph para ganar después la segunda acción. Aun así, la estructura de Xabi Alonso, con un Huijsen y Carreras solventes, contuvo las acometidas bermellonas.

Sin la brillantez de Mbappé, aunque fuera por milímetros, el Madrid alcanzó la remontada poniendo el acento en lo simple. Donde no le llega la frescura ni los conceptos en el juego de ataque sí lo hace su pegada y carácter. El Madrid se apoyó en la estrategia, bien ejecutada de manera colectiva, y en las transiciones para agujerear al Mallorca. Con Xabi ha recuperado la amenaza en la carrera. La galopada de Vinicius en el 2-1 ratifica esta fortaleza que se había difuminado parcialmente durante el pasado curso. A eso le añade la llegada de Güler, que entre líneas es un verso suelto de extraordinario valor. Cuando su fútbol despegó, también lo hizo el de su equipo para esquivar el tropiezo y firmar el pleno de triunfos. No está nada mal para un bloque en formación, incluso cuando se habla del Madrid.

La inteligencia de Huijsen

El córner sacado en corto por el Madrid provoca que las marcas del Mallorca se diluyan. El central ataca el segundo palo desde una posición rezagada, sin vigilancia fija.

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