El Madrid se olvida de bajar


La crecida del Madrid se vio abortada en el regreso a su competición fetiche. No por el resultado, sino por la impresión bipolar que transmitió. Empezó tan bien que extrañó su declive posterior. Por momentos, retomó vicios pasados y se perdió en la corrección con la que se había manejado desde el inicio de curso. Fue un equipo poco responsable, descuidado y permeable ante un entrenador de culto como De Zerbi que no se desligó ni un centímetro de su idea original. Quizá fue excesivo. El Olympique de Marsella arriesgó en cada salida de balón, sin importarle que durante un rato la presión alta resultara el mejor ataque del Madrid y renunciando a buscar la profundidad con Weah o Greenwood. Kondogbia fue un peligro para ambas áreas. Por eso el Olympique dejó escapar vivos a los de Xabi, que seguro que tomó nota de lo ocurrido.
Se vio a un Madrid más desorganizado y confuso a nivel posicional. Faltó empaque e implicación, asuntos en los que el equipo blanco no había patinado con Xabi. Hubo distancias entre el centro de la zaga y el centro del campo y, sobre todo, no hubo meticulosidad en el repliegue. Ni ardor ni orden. Cuando el Olympique superó esa primera presión del Madrid, el bloque se desnudó sin que Tchouameni, Valverde y Güler retrocedieran como debían. Rodrygo trabajó más que Mastantuono, y Vinicius menos que ninguno. En el tramo final, después de forzar el penalti, no siguió a Greenwood. Aun así, hasta en noches incómodas, este Madrid mantuvo su compromiso con la victoria, no así con el juego y el rigor defensivo.
AS responde
El Madrid dejó unos huecos en mediocampo impensables ante un mejor equipo. La ansiedad por presionar y recuperar antes el balón provocó lagunas en medio campo entre la línea defensiva y el medio campo. El agujero lo aprovechó el OM en cuanto se dio cuenta y si su entrenador llega a colocar a un enganche de calidad en ese espacio se lleva el partido claramente.

Qué tal, Armando. Coincido plenamente con lo que comentas. Al final, el Madrid dejó espacios entre líneas, y si salió airoso es porque el Olympique no tenía por dentro una referencia. Kondogbia ralentizaba demasiado las jugadas.
¿Y el repliegue?

Transición del Olympique del Marsella donde los centrocampistas del Madrid desatienden el balance defensivo. Bajan tarde y mal. Courtois salva el disparo de Aubameyang.
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