OPINIÓN

El Madrid llena rápido el granero

El equipo ha interiorizado la importancia de ganar mucho. El recorrido de los blancos es ligero, sin distracciones.

Rodrygo, jugador del Real Madrid.
Denis Doyle
Santiago Segurola
Actualizado a

En el frenético calendario de esta temporada, el Madrid ha interiorizado la importancia de ganar mucho y rápido. El Mundial está a la vuelta de la esquina y nadie sabe lo que ocurrirá después. ¿Qué jugadores cargarán con más partidos en Qatar? ¿Quién se lesionará en un torneo que siempre deja víctimas en este capítulo? ¿Qué importancia alcanzará el desajuste del regreso después de una competición completamente distinta a la Liga? ¿Cómo afectará a unos u otros el éxito y la decepción? ¿Cómo reaccionarán los equipos descolgados cuándo regresen las ligas nacionales?

Se multiplican las preguntas y faltan respuestas porque Qatar 2022 es un experimento en toda regla, regado por intereses de toda clase, que en el futuro abocarán al fútbol a decisiones igual de controvertidas. Si los planes de los equipos se han establecido sobre dos partes muy diferentes de la temporada, una de las cuales está rodeada por una niebla novedosa, no hay nada mejor que guardar cuanto antes la cosecha conseguida.

Que sean otros los que se preocupen por la escasez de lo obtenido en este tercio de la temporada y arrastren las consecuencias en las incomodidades del siguiente trecho. A esta lógica se ha adherido el Real Madrid, que ha ganado todos los partidos de la Liga de Campeones y será líder de su grupo sin mover una pestaña. En la Liga ha ganado siete de los ocho partidos disputados, con una única concesión: el empate contra Osasuna en el Bernabéu.

Además de victorioso, su recorrido es ligero, sin distracciones. La lesión de Benzema, que regresó frente a Osasuna y jugó contra el Shakhtar, no ha perturbado el rendimiento del equipo. La respuesta de Rodrygo es impecable en cada partido. También en Getafe, donde el temprano gol de Militao permitió al Madrid un desempeño bastante cómodo en un campo difícil de conquistar.

El Madrid llena rápido el granero
Rodrygo remata el gol que le fue anulado por fuera de juego al inicio de la segunda parte del partido del sábado contra el Getafe en el Colisuem.Denis Doyle

Con Rodrygo en estado creciente, Ancelotti ha aliviado buena parte de las dudas que planteaba el Madrid de los tres últimos años: ¿Sin Benzema, qué? Sin Benzema, el trago no resulta tan amargo como se esperaba, no sólo por la espléndida respuesta de Rodrygo, sino por la sensación de ajuste que proyecta el equipo. Rodrygo se siente mejor en su posición actual que encajonado en la derecha y Valverde encuentra pista libre para volar por ese costado, mientras robustece el medio campo.

Ancelotti ha encontrado en estos partidos la solución perfecta a un problema específico que presidió casi toda la temporada anterior. La alineación estaba más que cerrada, excepto en el flanco derecho, donde Ancelotti se empleó a fondo con un sinfín de rotaciones: Valverde, Asensio, Rodrygo y en alguna ocasión Lucas Vázquez. A última hora se impuso Valverde, mitad centrocampista, mitad extremo, mitad todo lo que se le pidiera.

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La explosión de Valverde le garantiza una titularidad más que merecida. Es un fijo por aclamación. Rodrygo ha confirmado con partidos y su nueva posición que está hecho a la medida del Madrid, con una ventaja añadida: si Vinicius necesita el descanso que todo ser humano reclama –sus prestaciones son constantes y están acompañadas por un bestial gasto de energía–, Rodrygo estará más que capacitado para ocupar su posición, más natural para él que la banda derecha.

Todo marcha como la seda en el Madrid a una semana del encuentro con el Barça, cuyo funcionamiento está alterado por las lesiones y su deficiente rendimiento en la Liga de Campeones, de cuyas consecuencias tampoco se escapa en la Liga. El Madrid ha despejado el asunto europeo y sólo tiene la cabeza en el campeonato doméstico hasta que comience el Mundial.

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