El Leipzig se juega el pase tras el doblete ante el Celtic
Rose ha mejorado al equipo.
Aunque no podemos olvidar el gran trabajo que hizo Domenico Tedesco la temporada pasada (logrando el primer título de la historia del club), Marco Rose ha conseguido enderezar el rumbo del Leipzig tras un inicio de campaña que estuvo muy por debajo de la expectativa y que provocó el sorprendente cambio de entrenador. Desde que asumió el cargo, el ex técnico del Dortmund ha sumado 11 puntos sobre 18 posibles en la Bundesliga (tres victorias, dos empates y una derrota) y seis sobre nueve en la Champions (perdió en el Bernabéu, pero le ganó los dos encuentros al Celtic). Además, también pasó ronda en la DFB Pokal, con un 4-0 ante el Hamburgo. Su último encuentro antes de recibir al Madrid fue un milagroso empate en Ausburgo, donde caía por 3-0 a los 70′ de juego y, sin embargo, logró sacar un punto. El tanto del 3-3 definitivo lo marcó el joven español Hugo Novoa. El partido, además, sirvió para que regresara a los terrenos de juego Dani Olmo, que llevaba lesionado desde principios de septiembre. El egarense disputó los diez últimos minutos del choque y metió un pase al espacio decisivo en el gol del empate.
Una línea de cuatro muy clara.
En los últimos años, tanto con Nagelsmann como con Tedesco, el Leipzig se había acostumbrado a jugar con tres centrales y dos carrileros. Marco Rose, en cambio, ha modificado esa estructura: en los diez partidos que lleva dirigiendo el equipo de las bebidas energéticas ha salido con cuatro atrás. Las ausencias de Klostermann y de Konrad Laimer le han llevado a utilizar al central Simakan como lateral derecho, pero eso no ha significado que el equipo perdiera profundidad, ya que el ex del Strasburgo incluso se está destapando como un goleador insospechado (ha anotado dos veces en lo que va de curso). El prometedor Gvardiol y Orban forman la pareja de centrales y Raum, que ya es internacional alemán y tiene posibilidades de ser titular en el Mundial, es extremadamente peligroso cuando sube la banda y coloca centros medidos. Los dos pivotes, Haidara y Schlager, ofrecen protección por dentro al ser futbolistas dinámicos, con recorrido y con capacidad de trabajo.
Talento por fuera.
En esa estructura, que oscila entre el 4-4-2 y el 4-2-3-1, Rose suele ubicar a los futbolistas con mayor desequilibrio en las bandas. Szoboszlai, Forsberg, Werner y Dani Olmo se jugarán las dos plazas en los costados, con el fantástico Nkunku formando dupla de ataque con André Silva. De esta manera, el cuadro alemán suele presentar onces en los que los cuatro hombres más adelantados poseen todos una pegada considerable.
La baja sensible del portero.
El húngaro Peter Gulacsi, que es una referencia tanto a nivel deportivo como de vestuario en el RB Leipzig, se lesionó de gravedad en el partido ante el Celtic en casa y se perderá todo lo que queda de temporada. Le está sustituyendo Janis Blaswich, un guardameta alto (1,93) pero que nunca había tenido esta responsabilidad en un primerísimo nivel. Tiene 31 años y el único equipo de Primera División en el que ha sido titular en su carrera ha sido el Heracles Almelo neerlandés. El club firmó la semana pasada al noruego Orjan Nyland para competir con él, pero no ha podido inscribirlo en la Champions y de hecho no podrá jugar en competición europea hasta 2023.