El Girona come en la mesa de los grandes
La otra dimensión que proclamó Míchel antes de visitar al Barça es justo esto: que llegue a Girona un equipo como el Atlético y haya serias dudas sobre quién es el favorito.
Partido gigante en Montilivi para abrir 2024. El Girona recibe al Atlético desde el coliderato de Primera y viendo a los de Simeone a siete puntos de distancia. Una brecha bárbara que hoy puede irse a los diez puntos. En el vestuario del Girona hace tiempo que este encuentro se vislumbra como clave para hacer realidad la candidatura al título de Liga. Un triunfo haría que los de Míchel siguiesen asombrando al mundo y dejando claro a LaLiga que el lugar preferente que ocupan en la mesa de los grandes clubes de España es merecido. La otra dimensión que proclamó Míchel antes de visitar al Barça es justo esto: que llegue a Girona un equipo como el Atlético y haya serias dudas sobre quién es el favorito.
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Lo que tiene ahora mismo el Girona, con 45 puntos, es un tesoro. Y la moneda más dorada del cofre la guarda Míchel, un técnico de barrio que destila tanta humildad como sensatez. Precisamente esto es lo que se necesita cuando el mundo entero te mira, te halaga y el ambiente de euforia es incontrolable. Ese ‘partido a partido’ del que hizo, y sigue haciendo, bandera Simeone es el mantra de un Girona que demuestra a base de victorias que puede ser campeón de Liga. Queda mucho camino por recorrer y dicen que cuanto más alto subes, más fuerte es la caída. Pero el colchón de este Girona ya lo querrían todos. Europa, y el mundo, vuelven a mirar a Montilivi.
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