El fútbol no le hace justicia al Zaragoza
Un gol en el descuento del Oviedo acabó con la exitosa racha del Real Zaragoza, que mereció muchísima mejor suerte en el Nuevo Tartiere por los abundantes méritos que contrajo en la segunda parte. Pero el equipo aragonés perdonó por dos veces a su rival y al final lo acabó pagando caro. Esta vez el fútbol no le hizo justicia al Zaragoza, al que le falta un punto para certificar su permanencia matemática.
La primera parte fue un forcejeo sin ocasiones hasta que, muy pasada la media hora, una pérdida de Bermejo, muy blandito en la disputa, propició un veloz contragolpe del Oviedo que acabó rematando Viti en el segundo palo en una desatención de Nieto. Pero Bermejo se hizo perdonar tras el descanso firmando el gol de la jornada, acaso del mes, un gol maravilloso, un gol extraordinario de principio a fin. El ‘10′ del Zaragoza se hizo con un balón en su propio campo, se deshizo de Moro y Camarasa, avanzó con decisión y desde fuera del área soltó un zurdazo con rosca que hizo inútil la estirada del portero. Un golazo que hizo justicia a las ganas y a la valentía con las que el equipo aragonés afrontó la segunda mitad.
El empate agitó el partido y obligó al Oviedo a dar un paso adelante, pero el Zaragoza no perdió nunca sus ganas de ganar. Escribá le dio los últimos veinte minutos a Pau Sans por un Azón que no tuvo su mejor tarde. El juvenil tuvo el triunfo en sus botas a ocho minutos del final, pero acabó rematando alto tras una gran maniobra inicial. Pau Sans es un proyecto de gran delantero, al que hay que proteger y cuidar, pero también al que hay que dar oportunidades. También tuvo la victoria a su alcance Bermejo, pero su cabezazo en plancha se marchó fuera por centímetros.
Pero el fútbol es, sobre todo, eficacia, y la que no tuvo el Zaragoza la disfrutó al final el Oviedo, un equipo en estado de gracia. El disparo de Masca fue muy ajustado al poste, pero lo cierto es que Ratón nunca le da un punto al equipo aragonés.