El fútbol, la vida y todo lo demás
Recientemente descubrí, gracias al documental The three kings, de Jonny Owen, que la celebérrima frase de Bill Shankly “el fútbol no es un asunto de vida o muerte, es mucho más importante que eso” fue pronunciada en un sentido totalmente contrario al que generalmente se interpreta y al que yo la entendía. Siempre creí que era una hipérbole para afirmar la trascendencia de los resultados de tu equipo. Pero, en realidad, la historia es otra. Les cuento: resulta que el bueno del míster de los reds la pronunció en una entrevista después de afirmar que se arrepentía de haber dedicado demasiado tiempo a su trabajo y pasión. Fue una vez retirado. Dijo: “Me dediqué en cuerpo y alma, hasta el punto de que mi familia sufrió.” “¿Se arrepiente?”, le pregunta la entrevistadora. Y el míster responde “¡Oh!, ¡Sí! Me arrepiento mucho. Alguien dijo que el fútbol es un asunto de vida o muerte. Escucha, es más importante que todo eso”.
Me he acordado de esta cuestión al leer que el jugador zambiano Enock Mwepu ha de dejar el fútbol en activo por una enfermedad hereditaria del corazón que le han detectado recientemente. En una escueta nota, el africano se despide de su pasión sin un punto de tristeza en sus palabras. “Un chico de un pequeño pueblo de Zambia llamado Chambishi tiene algo que compartir”, comienza, para después afirmar que “todos los sueños tienen un final” y dar las gracias a todas las personas que le han acompañado en este viaje.
Reconozco que me ha gustado mucho su nota de despedida, porque no deja espacio para el drama o el sentimentalismo exagerado. Me ha gustado también porque me ha recordado algo que cada mañana intento decirme: no es en el trabajo, ni en nuestra pasión, donde reside el sentido de nuestro paso por el mundo, sino en aquellos que nos quieren y nos acompañan. No hay gloria, ni deportiva, ni literaria, ni laboral, que compense perderse los momentos buenos (y también malos) que nos quedan con los nuestros, hijos, padres, amigos. Porque la vida no tiene botón de rewind, va solo en una dirección, y es mucho más importante que todo lo demás.