El día que Modric lo deje

Modric ya es eterno, pero más pronto que tarde tendrá que dejar de jugar. ¡Qué lástima que ese día tenga que llegar! Su paso por el Mundial de Qatar, sin haber estado a su mejor nivel, ha vuelto a dejar un aroma de jugador superior, tanto por la maestría dentro del campo como fuera de él. Hemos visto a Luka generoso en la victoria, sus palabras de consuelo a Rodrygo fueron una lección paternal; y noble en la derrota, abrazando y reconociendo a Messi como el mejor. Si amas el fútbol, tienes que amar a Modric. Ahora hay que pensar en cómo será su vuelta al Madrid, donde necesitará un tiempo de descanso y dosificación para intentar que llegue lo mejor posible a febrero, cuando empezará a jugarse de verdad la temporada. A partir de entonces, en los siguientes tres meses, se verá si el croata está para firmar otro año más o ha llegado el momento del relevo.

Un jugador de su categoría no puede seguir por gratitud. Su continuidad debe estar ligada a su importancia en el juego y a su contribución al crecimiento del equipo, especialmente de los jóvenes. No puede quedarse para salir en las fotos. Y para que eso sea así, le tiene que acompañar el físico, por lo que deberá racionar esfuerzos y, seguramente, dejar la selección como hizo en su día Kroos. Hay que exprimir las últimas gotas de su ambrosía futbolística y disfrutarlas despacio. Cuando Modric lo deje, su figura se hará todavía más grande porque será imposible encontrar un sustituto de su altura.