El deporte español, viento en popa

Celebramos anoche nuestra gala anual, me atrevo a decir que el día más feliz del año para los que hacemos AS. El periodismo deportivo trabaja el material más noble, porque nuestros protagonistas emplean su vida en el cultivo de las mejores cualidades físicas y morales de la especie. Se lo agradecemos en el alma, porque nos hacen disfrutar y nos permiten vivir de un trabajo extremadamente grato. Se lo reconocemos así desde hace ya años en esta Gala a la que sólo pueden acudir unos cuantos, pero el abrazo es para todos. Estando Nadal, como estuvo anoche, se puede decir que están todos, porque no hay deportista español que no se sienta representado en él.

Hablé ayer con Alejandro Blanco y le vi feliz: “Este verano ha sido sensacional, nos augura un París 2024 estupendo”. Y pasó a desgranarme éxitos, del baloncesto, el piragüismo, el waterpolo, Carlos Alcaraz asomando por ahí como rostro de una gran promoción de deportistas nacionales… Las cosas no salen por sí solas. Telefónica financia un ‘Programa Pódium’ para 88 deportistas de 30 federaciones, Sub-23 sin resultados todavía que les den acceso a beca ADO, pero que tienen proyección de medallistas. Y está el enorme apoyo de Iberdrola al deporte femenino, al que ha dado un impulso bárbaro. Y las 500 becas de la UCAM a deportistas.

Y también el Estado, que ha incrementado la subvención a las federaciones en un 37%. Es importante la aportación de LaLiga, que entre el Real Decreto y el ‘Pacto de Viana’, mete ya 53 millones en el circuito. Durante años las quinielas fueron la viga principal, pero una vez que su recaudación decayó nuestros sucesivos dirigentes supieron encontrar empresas que invirtieran en el deporte, cuya condición noble asegura prestigio de marca. Entre eso y un clima que permite tantos días de ejercicio al aire libre, el país mantiene un notable tono de salud deportiva. De todo eso nos felicitábamos ayer en los corrillos. Feliz Navidad y próspero 2023.