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El CTA no se atreve con el Madrid

Lamentaba yo el otro día en este espacio el descrédito que está sufriendo nuestro arbitraje, víctima de los toqueteos del reglamento, que desorientan a la afición, de la desdichada aparición del VAR y del caso Enríquez Negreira, cuyos mandos no supieron afrontar. Así que a los árbitros les llueven los ataques y el CTA ha empezado a contraatacar. Anuncia acciones contra David López por acusar a Ortiz Arias de insultarle, contra Estrada por el manejo a su juicio insidioso que hizo de la existencia de una segunda sala junto a la sala VOR y al juez Joaquín Aguirre por hablar de corrupción sistémica en su auto sobre Laporta.

Este triple y repentino movimiento pone en evidencia la cobardía moral del CTA para afrontar el tema del Real Madrid. La tele del club lleva tiempo, y con eso no digo meses sino temporadas, emitiendo vídeos en los que concentra todos los fallos contra el Madrid que haya podido encontrarle al árbitro designado para el próximo partido. Una maniobra ventajista. A cualquiera que te haya dirigido varias temporadas puedes encontrarle varios fallos en contra; pero también los habrá a favor, y esos no salen. Es una estrategia que insinúa malevolencia en los árbitros tratados y en quienes los designan, tras la que se detecta una intención coactiva.

Cierto que esto lo hace el club bajo la coartada del hediondo Barçagate, lo que acrecienta el ventajismo. Y en todo caso me llama la atención que el CTA no diga ni pío. Rubiales cultivó la alianza con Florentino a cuenta de la fobia compartida a Tebas (los enemigos de sus enemigos son sus amigos) y no se preocupó de las patadas de RMTV a los árbitros. Ahora no está Rubiales, pero Medina Cantalejo sigue callado en este tema mientras alardea de fiereza con otros. Dan ganas de decirle lo del banderillero de Belmonte a la locomotora que en Atocha, a su paso, expelió un violento chorro de vapor con un fuerte pitido: “Esos cojones, en Despeñaperros”.