El ciclismo madruga
La primera alegría de 2023 ha llegado pronto para el ciclismo español, en la tercera etapa del Tour Down Under, bajo la firma de un veterano, Pello Bilbao. La carrera australiana vuelve a abrir el WorldTour, la máxima categoría, después de dos años de cancelaciones por la pandemia. El Down Under es un producto de esa vieja política de la UCI de universalizar el ciclismo, que se ha logrado sólo en parte. Si bien las nacionalidades del pelotón son cada vez más globales, el calendario estrella sigue centrado en la madre Europa. Esta es la primera carrera de relieve del año, aunque todavía alejada de las principales fechas, y levanta el telón a otras de menor puntuación, pero también con nombres prestigiosos, como es el caso de la Vuelta a San Juan, en Argentina, que arranca mañana con Remco Evenepoel en sus filas. En esa misma fecha se estrena la ruta española con la Clásica de Valencia, tres días antes de la Challenge de Mallorca. Si a eso añadimos que Benidorm será este fin de semana la capital mundial del ciclocross, con Van Aert, Van der Poel y Pidcock en liza, el ciclismo ya está lanzado sin freno.
Y mucho mejor comenzar así, con un triunfo madrugador. Bilbao batió en la meta de Campbelltown a Simon Yates, un corredor acostumbrado a fajarse en cabeza de las grandes rondas, y a Jay Vine, una de las revelaciones de la última Vuelta a España, así que estamos ante una victoria que luce en estos albores de la temporada. Es bueno que veteranos como Pello, de 32 años, sigan ofreciendo altas prestaciones, en un curso que se anuncia muy importante para el ciclismo español, porque estamos ante el año de confirmación de Juan Ayuso y Carlos Rodríguez. Y también, por qué no, de la consagración de Enric Mas, si logra expandir su rendimiento de La Vuelta 2022 a un calendario más amplio. Esto no ha hecho nada más que empezar. Pero mejor, ganando.