El Brest, con una cara en Francia y otra en Europa
Dos rendimientos casi opuestos. La extraordinaria campaña del Brest en la Champions, en la que ha sumado diez de los doce puntos en disputa, contrasta con su clasificación en la liga francesa, en la que se encuentra en la duodécima posición tras haber perdido los últimos tres partidos. El buen tono europeo ha sido favorecido por un calendario más bien asequible: en las cuatro primeras jornadas se ha enfrentado al Sturm Graz, al Salzburgo, al Leverkusen –único rival realmente duro, con el que empató– y al Sparta de Praga. Pero aún admitiendo esta circunstancia, sus resultados han estado muy por encima de la expectativa, con noches históricas como la del 0-4 en Austria ante un oponente mucho más acostumbrado a disputar la máxima competición de clubes. Se puede decir que lo sorprendente es lo que está ocurriendo en la Champions, porque en la liga francesa ya se intuía que este año le iba a costar más: se fueron algunos de los jugadores importantes que contribuyeron a alcanzar la histórica tercera plaza (Mounié, Satriano, Le Douaron, Brassier) y era evidente que un calendario mucho más cargado y con un estímulo tan potente como el del torneo continental iba a penalizar en la competición de la regularidad.
Un ataque casi nuevo. Donde más tuvo que reinventarse el Brest fue en la delantera. Ludovic Ajorque, un nueve muy alto tremendamente sacrificado y con gran capacidad para bajar balones y jugar de espaldas, llegó a préstamo desde el Mainz. Está siendo importante pero a nivel goleador sus cifras son discretas: lleva tres tantos en la Ligue 1 (el último, en la derrota el viernes ante el Mónaco por 3-2) y ninguno en la Champions pese a haber sido titular en los cuatro partidos. Abdallah Sima, que pertenece al Brighton pero que lleva ya cuatro cesiones consecutivas (la del curso pasado, al Rangers), es un extremo senegalés que parte desde el costado izquierdo y que tiene mucha facilidad para acabar en posiciones de remate. La mayor inversión del verano se realizó por Mama Baldé, fichado del Lyon por cuatro millones y medio. De los atacantes que llevan ya tiempo en el club, Romain del Castillo es el hombre a seguir. Zurdo, suele moverse por la banda derecha y posee un gran golpeo de balón, ya sea para centrar o para disparar a puerta. La temporada pasada marcó ocho goles y repartió ocho asistencias en la Ligue 1.
Un guía en el banquillo con una carrera peculiar. El entrenador que obró el milagro de clasificar al Brest para la Champions League es Éric Roy, exjugador del Rayo Vallecano. Tiene 57 años y sin embargo sólo ha dirigido al Niza durante una temporada y media y ahora al Brest, al que llegó en enero de 2023 tras más de una década sin sentarse en un banquillo. Durante todo ese tiempo trabajó como director deportivo y como comentarista de televisión, además de pelear judicialmente (y ganar el caso) por lo que él siempre consideró como un despido improcedente por parte del Niza. Suele usar un sistema 4-3-3 y, aunque es probable que en Barcelona modere su propuesta y sea algo más conservador, su fútbol se caracteriza por la alta intensidad en la presión y en los duelos.
Una baja sensible en el medio. El Brest no podrá contar hoy en Montjuïc con el jugador que le da equilibrio y lidera al colectivo desde lo futbolístico, Pierre Lees-Melou. Se trata de un medio centro muy inteligente en su posicionamiento, tremendamente intuitivo, con gran criterio con la pelota e incluso con llegada a la portería rival pese a ser el teórico pivote defensivo del equipo. Se lesionó el viernes pasado en Mónaco y no se le espera de vuelta ya hasta 2025. El polivalente suizo Edimilson Fernandes, que contra la Selección jugó de lateral derecho, ocupará su posición. Ya lo hizo con buena nota en las victorias ante el Sturm Graz y el Salzburgo.
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