El Barça saca 14 puntos al Madrid
Anoeta disfrutó a lo grande con partido estupendo en el que la Real sumó tres puntos que le ponen ya muy cerca de amarrar la cuarta plaza. Jugó bien de punta a cabo, siempre dirigido por David Silva, que a sus 37 años juega como cuando tenía 25, con soltura, visión y el encanto de los zurdos. En torno a él, la Real se movió de maravilla, con una energía que el Madrid no puso porque no tenía en juego más que la honrilla de evitar que LaLiga termine con una diferencia sideral con respecto al Barça y el prurito de al menos terminar por delante del Atlético. Será por esos dos fines por lo que Ancelotti sigue empleando tantos titulares, pero no resulta.
Anoche jugaron al menos seis de los que podemos dar por titularísimos para la final de Copa y la semifinal de Champions y, como se quejaba Ávaro Benito en Carrusel, sólo sirvió para que se cansaran y se llevaran el quemazo de una derrota adobada con una expulsión, que siempre sienta peor y obliga a correr más. En el primer tiempo pareció que además iba a costar la baja de Militao, pero por fortuna tiene el tobillo de goma. Francamente, yo también vería mejor un equipo con más canteranos y suplentes para estos partidos que al Madrid se le han convertido en residuales. Y no sólo por descanso de titulares, también porque tendrían más motivación.
La derrota, sumada al undécimo 1-0 del Barça, este ante los reservas de Osasuna (Jagoba sólo sacó dos titulares) acerca mucho el alirón blaugrana. Ya se presiente para Cornellá, a la vuelta de la final de Copa. Un título que le viene como agua de mayo a este Barça metido en tantos líos, pero la alegría vino contaminada por una noticia negativa de gran calado: se va Mateu Alemany, el arquitecto de la reconstrucción. Tiene una oferta del Aston Villa. Otro que se va a la Premier, casi dan ganas de decir aquello de que el último que se vaya que apague la luz. Pero no es extraño, visto el chandrío que está organizando Joan Laporta en el Barça.