El Barça gana, pero sufre y no convence

Osasuna recibió al Barça con el disgusto de su prematura eliminación de la Conference League, sobrevenida después de haber alcanzado un esperanzador 0-2 en el terreno del Brujas, malbaratado luego. Disgusto sobre disgusto, anoche perdió ante el Barcelona pese a hacer un buen partido, con coraje y fe. Pero los grandes son los grandes y hasta en las malas tienen siempre alguna carta de más para resolver la partida. Un córner cabeceado por Koundé justo al filo del descanso y un penalti marcado por Lewandowski, sufrido por él mismo y nacido de un pase luminoso de De Jong, le dieron el partido. El Barça ganó, pero no convence.

Xavi repitió con Lamine en la banda derecha, pero esta vez no fue él. Consciente de que tuvo un déficit en defensa en La Cerámica, ayer se aplicó mucho a ello en detrimento de su verdadero valor. Alguna cosa hizo, pero no fue ese puñal en el costado del rival que se espera. Entre eso y que Lewandowski anda lento y fastidioso (se le nota en las declaraciones y en algunas actitudes) el Barça no tuvo mucho filo arriba. Y en la media, De Jong tira para arriba, pero Gündogan aún no se parece lo suficiente al que vimos en el City, Oriol Romeu no coge los hilos del equipo y Gavi rompe cada vez más a jugador de batalla, sin ofrecer el fútbol que tiene.

Así que el Barça ganó porque donde no llegó con el juego, llegó con el balón parado. Y eso que se vio largos ratos a merced de Osasuna, sobre todo a partir de la hora de juego. Incluso después del 1-2 de penalti, que trajo consigo, tras escrutinio del VAR, la expulsión de Catena, los de Xavi lo pasaron mal. Por lo demás, el partido nos permitió asistir a las presentaciones de João Cancelo (media hora) y João Félix, éste muy al final. Dos refuerzos que el equipo puede notar. Por el lateral derecho venía cojeando mucho el equipo, y respecto a João Félix, puede aportarle al Barça fútbol por dentro si abandona la ñoñería que le tiene atrapado. Veremos.