El Barça, entre la UEFA y el United
Días difíciles para el Barça, con Laporta soltando baladronadas y tratando de desviar la atención a Tebas mientras el barcelonismo todo está aplastado por una mirada de reprobación en España y fuera de ella, donde el asunto también ha impactado. Quién sabe, a lo peor el castigo le llega al Barça por la UEFA, que no está sujeta por la debilidad sancionadora de nuestra Ley del Deporte, tan reciente en su último tuneado, tan inútil ya para abordar con un mínimo de dignidad un asunto de tanto calado. Mientras, pienso que lo mejor que puede hacer Laporta es hablar lo menos posible y confiar en la indulgencia de sus socios y sus socias.
En medio de esas turbulencias juega un equipo cuya misión es conseguir que la mirada se aparte de las trapisondas de los despachos. Las cosas le van bien en LaLiga, hasta muy bien, pero anoche no estaba en la programación europea, apeado como fue de la Champions en un segundo tropiezo consecutivo, pues ya le ocurrió el año pasado, y ‘descendido’ al fútbol menor de los jueves, cuando se juega lo que podríamos llamar la segunda y tercera división europeas. El curso pasado sobrevivió dos rondas en esta competición, ante el Nápoles y el Galatasaray, pero cayó en la tercera aquel día en que el Eintracht vistió de blanco el Camp Nou.
Esta noche la mano viene brava frente a ese Manchester United que no pierde en casa desde hace 19 partidos, cuando murió Isabel II, día arriba día abajo. El Barça viaja sin goles en la mochila, sin Pedri ni Gavi, el violín y la polenta, y sin Dembélé, siempre una esperanza de desborde. En el Manchester United casi basta con citar a Rashford, que apareció en el fútbol como un astro, se apagó y ahora está confirmando lo que se presentía de él. Sin duda, la marcha de Cristiano Ronaldo ha favorecido a los ‘red devils’. Examen muy duro para el Barça de Xavi, pero con el aliciente mayor de redimir sobre el césped la cochambre que en este tiempo ensucia al club.