El Atlético honra su larga historia

Un club de fútbol es antes que nada un depósito de memoria colectiva. De unos años acá hemos visto y seguimos viendo a varios cumplir el centenario y celebrarlo orgullosos. El Atlético, que es uno de los que hace años doblaron aquella esquina, aprovecha el 120 aniversario para recrear su origen, con un bonito vídeo que evoca aquellos estudiantes vascos de la Escuela de Minas, en la madrileña calle de Ríos Rosas. Y los primeros colores, los del Athletic bilbaíno de entonces, del que fueron sucursal: camiseta azul y blanca, en dos mitades verticales de arriba abajo, posteriormente sustituidos por las rayas rojas y blancas.

Aquel cambio, investigó el desaparecido Bernardo Salazar, nieto de Eduardo Acha, uno de los fundadores, fue casual. Elorduy, jugador de la época, viajó a Londres y le encargaron camisetas nuevas, hechas con esa calidad ‘british’ superior. Se despistó y el último día, al no encontrar las que buscaba, optó por las rojiblancas, que gustaron y ahí siguen. Durante muchos años, yo aún lo vi en el viejo Metropolitano y quizá en los primeros años del Manzanares, el Athletic las vestía en Madrid cuando visitaba a su hermano menor. Luego las olvidó por tiempo.

Ahora el Atlético de Madrid las ha relanzado, con éxito comercial. Estos guiños románticos gustan. Incluso ha difundido dos fotos de equipos con esos colores, la del fundacional y la del de hoy, con balón arcaico para completar el efecto, aunque hubiera sido bueno completar la imagen colocando un casquete (entonces se usaban) sobre el pelo color chicle de Griezmann, inimaginable en la época. El Atlético ya tuvo un bonito detalle con el Athletic cuando en el 125 aniversario de éste le cedió los colores cuando le recibió en el Metropolitano. Ahora evoca su nacimiento como rama de aquel tronco replantada en Madrid.