El Atlético ansía poder ilusionarse

Una noche de verano menos verano, a 23 grados un 21 de agosto en Madrid, la afición del Atlético volvió a preguntarse ¿por qué no? A ilusión no la tumba nadie. Más de 35.000 aficionados colchoneros se volcaron en el Metropolitano para acoger a su Atleti, el masculino, el femenino, el filial. Para recibir a Simeone, Lola Gallardo, Fernando Torres y el resto de integrantes de sus plantillas, renovadas cuanto más en un primer equipo masculino con siete caras nuevas.

La ilusión no la tumba una derrota en la primera jornada. Ni la lesión de Álex Baena, uno de los jugadores más aclamados, fichaje de relumbrón. El aficionado colchonero tendrá que esperar cuanto menos al 14 de septiembre, precisamente contra el Villarreal, para ver a su nueva estrella brillar en el feudo rojiblanco. En el fútbol no existen las casualidades. Con Thiago Almada, Hancko, Cardoso, Ruggeri, Raspadori y Pubill saltando al verde para recibir su primera gran ovación de la afición atlética. Las esperanzas están en su sangre nueva.

Que sea un año que nos traiga muchas cosas bonitas, aunque yo estaba aquí cuando el Atlético jugaba en Segunda y eso no va a cambiar nunca”, expresaba un Dani Fernández que respira sentimiento rojiblanco. No olvidar de dónde se viene, apostar por dónde se va. El Atlético afronta un curso emocionante, con las expectativas aún por determinar. ¿Podrá Julián mejorar sus cifras? ¿Seguirá creciendo Barrios? ¿Llegará un nuevo Zamora para Oblak? ¿Volverá Giménez a su nivel? ¿Cuál será el rol de Griezmann? Y, sobre todo, la intriga por cómo rendirán los nuevos. Solo el futuro y el balón responderá a esa pregunta. Lo indudable: hay ganas de soñar en grande.

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