El Atleti es una cuestión de fe
¿Cómo puede un equipo que ha ganado dos de sus últimos nueve partidos creer en la remontada contra otro que cuenta todos los de 2024 por victorias (trece)? ¿Cómo puede un equipo que no ha sido capaz de derrotar a un colista desahuciado o a un Cádiz que no ganaba desde el 1 de septiembre voltear una eliminatoria frente al mejor líder de las grandes ligas europeas? ¿Cómo puede un equipo que ha encajado en nueve de sus diez últimos compromisos confiar en dejar una buena versión defensiva contra un equipo que ha marcado en sus últimos 17 (39 dianas)?
Cuestión de fe. Algo de lo que la afición del Atlético sabe y mucho. Simeone se acoge al regreso de Griezmann y Barrios, a Oblak, Morata, Lino, De Paul... pero especialmente a su casa. Su gente, su Metropolitano y esa magia que acompaña a las noches donde el Atlético se siente David contra Goliat. Matar al gigante. Ayer se cumplieron cuatro años de la toma de Anfield. Un Liverpool vigente campeón de la Champions y hasta entonces insuperable con Klopp. Y diez de la derrota al Milan de Kaká y compañía. La remontada al Barça de la MSN, la victoria contra el Bayern de Guardiola, el Chelsea de Mourinho... Ahora es el Inter ese miura. Y no hay imposibles cuando la fe del Atlético va por delante. Es el momento de recuperar aquello que, cuando se trabaja y se cree, se puede.