El área salva a Bellingham
El inglés se tiene que encontrar. No es que no corra o presione, es que lo hace mal. Se mueve demasiado y pesa demasiado poco en el juego.


Libra por libra, Bellingham está muy lejos de aquella plenitud rompedora de su primera temporada. Pero incluso en una versión menor, más dubitativa en todos los sentidos, sigue siendo un tesoro para el Madrid. Xabi Alonso lo sabe y se entrega a él para rehabilitar poco a poco su fútbol. Mientras el entrenador blanco le busca el espacio que le quiere asegurar en ese hábitat entre líneas de la medular y Mbappé, el jugador inglés ratifica su amenaza en el área rival.
Así despachó a una Juventus de medio pelo, a la que solo le queda el nombre pese a tener una serie de cromos interesantes. Solo fue superior al Madrid en los inicios de cada parte y en los minutos finales; en el resto del minutaje, se conformó con intentar sobrevivir cerca de su área sin permitirse pocos excesos y enseñar, eso sí, sus muchas carencias. No hay duda de que Tudor, si es que le dan más tiempo, tiene una tarea ingente por delante.
Esos signos de debilidad de la Juve sirvieron al Madrid para agarrar el partido en el momento que su posesión tuvo cadencia y amplitud. El bloque blanco se estructuró bien en algunas fases del duelo para recuperar en zonas adelantadas y dejar con escasa escapatoria a su adversario, que cuando llegó se topó con Asencio, Militao y Courtois. En cualquier caso, el ataque blanco, como de costumbre, no tuvo la alegría que se le ha de exigir. Quizá Xabi lo quiera así, pero esa elección no deja de ser un peligro al depender en exceso de la inspiración individual de sus estrellas.
A estas alturas de curso, después de su lesión, Bellingham se tiene que encontrar. No es que no corra o presione, es que lo hace sin mucho criterio. Se mueve demasiado y pesa poco en el juego, sin asumir responsabilidades creativas. Lo que no ha perdido es su olfato en la finalización. Esas entradas de segunda línea lucen en su repertorio y brindaron el pleno de victorias del Madrid en la Champions. En el área, Bellingham y su eficiencia son las de antes, pero su equipo le necesita en más registros.
La carga

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El gol lo fabricó Vinicius en una notable acción individual, pero Bellingham tuvo la inquietud de adentrarse en el área y sujetarse para esperar el rechace. Estuvo atento para validarse de cara a la portería rival.
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