El Al Ahly, un gigante en África que busca su primera final
Un camino atípico. La presencia del Al Ahly en el Mundial de Clubes obedece a una situación extraordinaria. No es el actual campeón de su continente, ni comparte nacionalidad con el país organizador. De hecho, perdió la final de la Champions africana ante el Wydad de Casablanca. El reglamento del torneo reserva una plaza a la federación anfitriona, pero estipula que ningún país puede tener dos representantes. Así que el Wydad, marroquí, acudió como campeón africano, y la plaza que debería haber sido para el campeón de la liga marroquí acabó recayendo en el subcampeón continental.
El club más importante de África. Desde Europa es difícil calibrar la grandeza del rival del Real Madrid, pero estamos hablando de un gigante de tremenda dimensión social. Por palmarés, es el club con más títulos del continente, habiendo ganado la Champions africana en diez ocasiones, más que ningún otro. Además, ha conseguido alcanzar la tercera plaza del Mundial de Clubes en tres ocasiones, aunque le ha quedado la espina de no haberse clasificado para la final, algo que sí hicieron otros dos africanos: el TP Mazembe de la República Democrática del Congo en 2010 y el Raja Casablanca en 2013.
Un banquillo con presión. La exigencia es altísima para cualquier entrenador en el conjunto del Cairo. El sudafricano Pitso Mosimane dimitió tras perder la final de Champions contra el Wydad pese a haber ganado ese mismo título las dos temporadas anteriores. Lo sustituyó el portugués Ricardo Soares, que duró dos meses en el cargo por haber acabado la liga fuera de las dos primeras posiciones por primera vez en 30 años -pese a que cogió al equipo en la tercera plaza-. Entonces llegó el técnico actual, el veterano suizo Marcel Koller, que en su hoja de servicios puede presentar títulos de liga en su país, un ascenso y dos permanencias en la Bundesliga con el Bochum y la brillante clasificación de la selección austriaca para la Eurocopa 2016. Sus primeros meses en El Cairo han sido muy positivos: le ganó la Supercopa al Zamalek -el eterno rival- y lidera la liga con seis puntos de ventaja, invicto tras quince jornadas.
Orden táctico y buen nivel técnico. Koller ha planteado un 4-1-4-1 en los dos partidos que su equipo ya ha disputado en este Mundial de Clubes: en el 3-0 frente a Auckland City en la ronda previa y en el 1-0 ante Seattle Sounders en cuartos de final. En ambos duelos tuvo una posesión ligeramente superior a la de su rival, algo que se intuye prácticamente imposible frente al Madrid. De hecho, en los partidos de máxima dificultad en su liga, como ante el Zamalek o el Pyramids, ha tenido menos balón que el oponente. En la plantilla predominan los jugadores egipcios, que responden a un perfil de buen entendimiento táctico y un más que decente nivel técnico. El medio centro maliense Dieng aporta la fortaleza física, mientras que el sudafricano Tau, ex de Brujas, Brighton y Anderlecht, es el encargado de atacar la profundidad con sus conducciones verticales. Su titularidad, sin embargo, no está asegurada, ya que alterna mucho con El Shahat, uno de los más destacados entre el contingente nacional. Al equipo le falta seguramente un gran goleador, siendo el delantero Sherif el que más se acerque a ello. En el apartado defensivo, el joven central Abdelmonem apunta a una carrera prometedora, mientras que el veterano guardameta y capitán El Shenawy es el líder del equipo en cuanto a jerarquía.